D O S

168 27 12
                                    

Decidieron sentarse en las bancas situadas a unos pocos metros del local donde se vendía el dulce. Tetsuhiro en la izquierda, Souichi a la derecha y ambos en un silencio cómodo por estar sumidos en su alimento.

La felicidad que le traía comer Dangos pareció no contagiársele al pelilargo. Comía concentrado, pero con el ceño fruncido dando aires a un niño malcriado al cual acaban de darle un dulce luego de una rabieta y este lo comía aún disgustado. Estaba con un brazo a la altura de su estómago sirviendo de apoyo al otro el cual estirado sostenía su alimento. Entre sus dedos estaba el palillo que llevaba incrustado dos bolas del dulce, la tercera ya había sido ingerida.

Tetsuhiro no pudo evitar pensar en lo lindo que lucía con sus cabellos bailando junto a la brisa y su cara malhumorada mirando a un punto fijo en la distancia, seguro pensando en cuan enfadado estaba con su padre. Le parecía curioso aquel conflicto ¿De verdad su padre había difundido lo furioso que se encontraba por la desobediencia de su hijo? Le parecía algo infantil.

Al acabarse él su dulce, limpió sus dedos con una servilleta de tela que siempre llevaba en su bolsillo derecho; hombre precavido vale por dos. Souichi acabó unos minutos después y ambos se miraron.

-Bien, ya le complací en venir a este sitio por dulces, así que me retiro -Sus pies se apoyaron en el suelo con firmeza y se levantó. Souichi no daría tiempo ni a una charla para bajar lo ingerido, solo deseaba irse para descargar su ira con su padre.

-Espere ¿Tan rápido? Caminemos un rato para reposar ¿O está planeando ir a formar una discusión recién comido? Eso podría causarle daño, Souichi-san -Respondió un Tetsuhiro ya levantado dispuesto a hacerle quedarse un rato más, y vaya que era bueno convenciendo.

-Puedo reposar en el camino, ya no moleste -Listo para irse, fue detenido por el pelinegro quien le tomó de la muñeca. Souichi se giró, miró al menor y pensó en lo confianzudo que era. -Suélteme ¿Por qué tanta insistencia? -Apartó su brazo rápidamente.

Por su reacción, Tetsuhiro pudo darse cuenta que al mayor no le gustaba el contacto físico y menos por parte de un "desconocido"

-Confíe en mí, tengo otra idea en mente para despejarle. Prometo dejarlo ir si no le agrada -Sin sentirse ofendido por aquel desplante, Tetsuhiro sonrió amigable. Quiso continuar con sus palabras, pero cayó cuando algo llamó su atención. -Espere... -Su mano fue al bolsillo de su pantalón, sacó la servilleta y se acercó al rubio.

La comisura de sus labios estaba adornada por algo brillante. El aceite que usualmente acompaña al dango se hacía notar en forma de una pequeña gota sobre su piel llamando la atención de Tetsuhiro quien ni corto ni perezoso, limpio está zona con su servilleta. Souichi no se movió. Su cuerpo quedó congelado ante aquel gesto y es que él odiaba que alguien se le acercado de esa manera y más si invadían su espacio personal. Pero lo que jamás había pasado es que él permitiese eso, ahí estaba dejando que ese hombre limpiase, aunque noto que seguía pasando la punta de aquella suave tela por su piel más de lo necesario. Sus manos en el pecho del menor y lo empujó hacia atrás levemente.

- ¿Qué está usted haciendo? No vuelva a acercarse a mí de esa manera, no soy un niño que necesite limpieza por parte de otro -Regañó molesto el de gafas quien retrocedió unos pasos para luego girar su cabeza.

Tetsuhiro no prestó atención a ese sutil regaño. Las mejillas coloradas de ese hombre y su rostro vergonzoso fueron suficiente motivo para no haber prestado atención a sus palabras ¿Qué dijo? Pensó agitando un poco su cabeza para salir del trance. Las palabras del rubio poco a poco se hicieron más claras en su cabeza y supo que le regaño.

-D-discúlpeme, solo deseaba ayudar - Tartamudeo tontamente acompañado de un movimiento errático. Quiso guardar la tela, pero esta cayó al suelo por él estar distraído en ese hombre. Se agachó, la tomó devuelta y mientras se enderezaba la guardo en su bolsillo. -Por favor, acompáñeme -Insistió de nuevo.

R E B O R N • Koisuru BoukunWhere stories live. Discover now