C I N C O

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Tres días después

Había querido verlo luego de ese día en que almorzaron juntos, pero no pudo. Souichi estaba ocupado con sus labores, así que le pidió por favor no molestarlo. Él se tomó esos días para leer el libro que el mayor le había dado.

Fue hasta la escuela y ahí espero unos minutos a que Souichi terminara su turno y saliera. Sonrió cuando la figura del maestro se asomó por la puerta y finalmente salió del lugar. Camino a paso rápido hasta él.

-Buen día Souichi-San -Saludó amablemente. -He leído el libro como le dije que lo haría -Extendió la obra de regreso al mayor quien lo tomo entre sus manos.

- ¿En tres días? -Preguntó con notable sorpresa. Abrió su mochila, guardo el libro y luego la cerró. Regresó la mirada al pelinegro. -Mis alumnos tardarían meses... -Habló para sí mismo.

-Si. Bueno son niños, los libros no son de su agrado -Sonrió orgulloso, aunque sólo lo acabó para tener de que hablar con el rubio. Se sintió un poco intenso por haberse apresurado, si le llegaba a preguntar algo en específico seguramente no lo recordaría por haber leído con prisa. -Eso significa que hoy iremos a desayunar juntos ¡Vamos! -Tomó de la muñeca al de gafas quien no tuvo tiempo a reaccionar y lo llevo casi a rastras.

- ¡Oe, espere! -El pelilargo solo pudo dejarse jalonear del menor mientras sus pies corrían a su mismo ritmo.

Ambos corrieron como dos infantes en donde uno llevaba al otro a cometer alguna niñería.

Al llegar, detuvieron su andar. Con la respiración levemente agitada, Souichi golpeó a Morinaga en el hombro.

- ¡Es usted un lilipendo! -Dijo entre inhalaciones aceleradas. -Podíamos venir caminando, es un infantil -Sonrojado, acomodó sus ropas las cuales se arrugaron un poco. -Le he repetido mil veces que no me toque, mucho menos me jalonee de esa manera.

- ¿Un qué? -Cuestionó rascando su nuca con una expresión entre confundida y divertida. Souichi acomodando su camisa alzo la cabeza para verlo.

-Un idiota, eso significa, lea más -Respondió. Chasqueo la lengua y enderezó su bolso. -No vuelva a hacerlo.

-Vaya, que irreverente de su parte Souichi-san -Contestó burlón, Souichi le asesinó con la mirada. -Un poco de diversión no es mala -Una risita salió de Tetsuhiro mientras observaba a un enfadado pelilargo. -Vamos, Senpai -Su mano se apoyó en la puerta de madera, empujó y abrió para darle acceso al mayor.

Souichi le observó aún enfadado. -Yo puedo abrirme la puerta -Refunfuñó entrando al sitio. Tetsuhiro no podía evitar reír de tan solo verle.

Ya instalados en la misma mesa en donde comieron la vez pasada, se dieron cuenta que había más gente que la última vez.

-Y bien, ¿Qué pedirá hoy? -Tetsuhiro dejó de observar la cartilla para posar sus ojos en el mayor, este seguía observando el papel en sus manos mientras leía los alimentos que se ofrecían. -Le recomiendo probar el pollo en sukiyaki.

-Pidamos eso entonces, también con una ración de onigiris -Souichi dejó la cartilla en la mesa para voltear a ver alrededor queriendo conseguir algún mesero. Se dio cuenta que la mujer amiga de Tetsuhiro se encontraba ahí. -Mire, ahí está su amiga -Su mirada conectó con la de Tetsuhiro unos segundos antes de que este volteara.

El menor sonrió y alzó su mano llamando la atención de la mujer, Souichi miró hacia afuera a través del ventanal desinteresado en la conversación que se iniciaria ellos dos.

-¡Tetsuhiro-kun! Me alegra verlo por aquí ¿Cómo le va? -Animada camino hasta su amigo. -Hola de nuevo, Souichi-san -Hizo una pequeña reverencia. El aludido solo la saludo con un movimiento de mano. - ¿Ya saben que ordenaran?

R E B O R N • Koisuru BoukunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora