T R E I N T A Y C I N C O

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POV SOUICHI

En mi subconsciente flota un 'Adiós' suave, en mi laguna mental una conversación distorsionada me causa inquietud al no poder descifrar lo que dos voces pronuncian. "Adiós" la voz que lo repite en forma de susurros se glitchea y no consigo ponerle una cara. Se oye lejana, me habla con delicadeza, pero percibo en ella un toque de una amargura oculta.

¿Quién es?

Me duele la cabeza, mi cerebro intenta construir recuerdos con los fragmentos sueltos de la noche anterior y por más que lo quiere, no consigue otra cosa que no sea un dolor punzante el cual me obliga a abrir los ojos para encontrarme en un sitio que no es mi habitación. Me toma poco segundos adaptarme a la luz diurna. Donde me encuentro acostado desprende un ligero aroma a café y mi nariz lo percibió al poco rato. Alzó mi cuerpo para sentarme en el sofá, en la cocina escucho suaves ruidos de cosas moviéndose. Quito la cobija que me cubre, no recuerdo algo tan simple como el habérmelo colocado.

De hecho, no sé ni como llegue a casa.

– Despertaste -La voz de mi primo sobresale entre los ruidos que pronto cesan. -Has dormido casi todo el día, veo que los tragos te cayeron mal -Se acerca a mí con una taza entre sus manos la cual posa sobre la mesita. Yo le sigo con la mirada achinando un poco los ojos.

– ¿Cómo llegué aquí? –Pregunto sentándome mejor en el sofá. Dejó la sabana a un lado para estirarme y alcanzar la taza. –Me duele la cabeza... –Susurro para mí mismo. Llevo el borde de la taza a mis labios, inclino el objeto y el líquido caliente se desliza por mi garganta.

– Tetsuhiro te trajo –Contesta mi primo relajado. Al oírlo, dejó de beber y el líquido me corta la respiración. Empiezo a toser y miro a mi primo llevando una mano a mi pecho.

– ¿Q-qué? –Dejo la taza donde estaba, me levanto de golpe esperando una respuesta. –¿Cómo que Tetsuhiro me trajo? -Alarmado, busco respuestas en el rostro de mi primo el cual llevaba pintado una mueca odiosa de diversión. -No te estoy contando algo chistoso, idiota, yo no puedo estar con él, si no ven juntos...

– Ya ya, Souichi tranquilo -Se acerca a mí y me sienta nuevamente en el sofá. -Mira, no sé muy bien como fueron las cosas, pero tú te embriagaste anoche y de repente desapareciste con Tetsuhiro y apareciste aquí en casa... Y si nadie ha venido por ti a estas horas, es porque nadie los ha visto -Toma la taza y me la extiende nuevamente. -Toma, él lo hizo para ti y me dijo que te lo diera hoy.

Intercalo los ojos entre la taza y mi primo ¿Él estuvo en mi casa el suficiente tiempo como para preparar un té? Dios, seguramente intento alguna tontería nuevamente y yo no la recuerdo.

Tengo que dejar de olvidar lo malo que soy para el alcohol.

– No lo quiero, bótalo -Me pongo de pie rechazando el té. - ¿Por qué me dejaste ir con él? No puedo confiar en ti -Le hago a un lado para pasar y caminar a la cocina. Escucho sus pasos detrás.

– Porque yo si confió en él -Responde y yo dejo de caminar para girarme y mirarlo. -No me mires así.

– ¿Cómo vas a confiar en él? Literalmente te golpeo al segundo de verte -Cruzo los brazos sin apartar mi mirar del contrario, dice puras tonterías y me desespera que todavía tenga esa expresión divertida como si todo esto le hiciese gracia.

– Ayer tuve una pequeña charla con él y bueno... Hablamos un poco de ti, y creo que lo veo de otra forma -Se encogió de hombros, se dio la vuelta y camino a la sala nuevamente. En silencio le sigo con la mirada.

– ¿Qué? ¿De mí? ¿Qué te dijo? ¡Ven acá! -Camine detrás de él. Como dos niños, caminamos por todo el salón mientras él reía y se tomaba MI té, y yo iba detrás suya pidiéndole explicaciones. - ¡Tadokoro!

R E B O R N • Koisuru BoukunWhere stories live. Discover now