D I E C I S E I S

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POV TETSUHIRO


"Me agradas mucho Tetsuhiro, me alegra que mi hija haya decidido retomar su amistad con usted. Espero que esa amistad pueda transformarse en algo más..."

"Eres un buen chico, Kanako está en buenas manos"

"¿Eres el novio de mi hermana? ¡Tienes que cuidarla, o te las veras conmigo!"

La comida en casa de Kanako había sido agradable, debía admitir que cocinar era una cualidad que ella tenía y orgullosamente me demostró. Fue una noche tranquila, a excepción de alguno comentario que nos ponían incómodos tanto a mí comí a ella, motivos diferentes: ella por vergüenza conmigo, y yo por sentirme como un mentiroso.

Mis manos  en los bolsillos del holgadp pantalón, mis pies se adelantaban al otro llevándome a casa, el cabello baila junto a la fría brisa de esa noche. Era tarde, la cena terminó temprano pero el padre de Kanako y yo charlamos un rato mientras tomábamos vino hasta acabar un tanto mareados. Finalmente, yo tuve que insistir en marchar por la hora, él me recordó que el pueblo no era peligroso, pero yo me excusé diciendo que mi madre me esperaba. Y así fue como pude salir de ahí.

Ahora caminaba a casa en total silencio exceptuando el sonido de los grillos escondidos en los arbustos.

¿Sería muy tarde para ir a casa de Souichi? Anhelaba verlo, hasta le extrañaba. La idea de estar mal con él no me gustaba en lo absoluto, debí ser más precavido y responsable con él y quizás así, no le hubiese dejado plantado. ¿Cómo hubiese sido esa noche de haber asistido? Quizás divertida, tal vez algo ameno y sin muchas risas, puede ser que él tomara de más e hiciera algo chistoso que me obligaría a olvidar al día siguiente.

O solo hubiésemos hablado sin más

Nunca lo sabría por mi memoria a corto plazo.

Pase una mano por mi cabello despeinando este a la par que suspiraba con algo de pesadez. En vez de pensar en él, debía pensar en cómo saldría de este asunto con Kanako antes que las cosas vayan en aumento y todo empeore. No me veo casado con ella, ni siquiera me veo intentándolo.

Yo quería a Souichi.

Tener que obedecer a mis padres me provocaba sentimientos de tristeza, el hecho de que a ellos no les importase lo que yo quería solo me ponía mal, se suponía que los padres apoyaban a sus hijos ¿No? ¿Por qué ellos querían casarme a la fuerza? ¿Y yo por qué no me defendía? Quizás me asustaba más decepcionarlos a enfrentarlos, yo solo quería que ellos se sintiesen orgullosos, ganarme un abrazo de ambos, como en antaño cuando aún era un niño. Que volvieran a decirme que me querían para así yo no sentirme como algo que ellos podían usar a beneficio.

Frente a mi casa, abro la puerta, rechina suavemente. Despacio, me adentro a mi hogar iluminado por la lampara del comedor. Cierro con el mismo cuidado, y subo las escaleras a paso calmado. Tres peldaños, mi nombre sale en un susurro desde la cocina. Me giro, en la puerta Margaret me observaba vestida de pijamas.

-Tetsuhiro, venga -Su mano me invito a donde ella estaba. Pude verla perderse tras la pared luego de pedirme ir.

Hice caso y unos segundos después, estaba sentado en la mesa con ella. Había un plato con algunas galletas que supe, ella preparó. Tomé una y la mordí.

- ¿Cómo le ha ido? -Preguntó curiosa, sonriente, acerté en mi intuición de que quería saber sobre esa cena.

-Bien. Kanako cocina bien, su padre es agradable pero su hermano a veces es molesto -Ambos reímos bajo. -Su padre me ha dicho varias cosas... Cosas, haciendo alusión a una futura relación, la verdad estaba muy incómodo.

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