T R E I N T A

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POV TETSUHIRO


Una vez leí un libro con algunas palabras extrañas, me obligo a tomar un diccionario con motivos de búsqueda y descubrimiento de sus significados. Primero encontré una, "Ellipsism" significaba el sentimiento de tristeza que provoca el no saber cómo acabara una historia. Luego, conseguí otra "Kuebiku" significaba un estado de agotamiento inspirado por los actos de violencia sin sentido. Con diez años no entendí muy bien, y no me intereso mucho comprenderlo. Hoy con veinte años y una creciente carga sobre mis hombros podía decir que si, lo comprendía.

Si, así me sentía.

¿Qué se hace cuando tus mismos pensamientos son quienes te consumen al punto de sentirte asfixiado en una gota de agua?

He estado despierto toda la noche con la mirada perdida en el techo producto de mi cerebro de veinteañero el cual pensaba de más las cosas y se llevaba la poca tranquilidad que tenía. Pensé que podría salir de aquí y plantearme frente a mis superiores con la petición de que se me dé de baja, o ser yo mismo el que cause algún conflicto dentro del campo para conseguir la suspensión definitiva por el medio sucio, pero por más que la idea rondaba en mi mente, la indecisión crecía evitando que tomara una decisión final. Lo amaba, pero él a mi no. ¿Valía la pena perderlo todo por alguien que me repudiaba?

Quiero quedarme, he soportado mucho y trabaje demasiado para conseguir el lugar en el que estaba ahora mismo, y pensar en dejarlo todo por alguien que obviamente no estaba interesado ni en hablarme nuevamente se me hacía muy injusto conmigo mismo. ¿Sonaba egoísta? Quizás si, pero más egoísta era renunciar a casi toda mi vida por personas odiosas que deseaban verme fuera. Entonces me obligué a apagar mi cerebro, y decidí dormir decidido a quedarme y con la intención de descubrir si la amenaza era cierta o un vil engaño.

Rogaba a Dios que fuese la segunda.

Moví mi cuerpo despacio para recortarme de lado sobre el colchón, estire el brazo y tome la manta para dejarla reposar sobre mi anatomía cansada y adolorida. Cerré mis ojos e intenté dormir de una vez por todas antes de volver a sumergirme en el pozo de la mente. Debían ser las tantas de la madrugada, tal vez las dos o tres, no tenía idea, y aún no sentía el deseado sueño. Sus soles despavoriros disiparon el blanco en mi mente perturbando mis intenciones de descansar, sus lágrimas corrieron por sus mejillas y yo abrí los ojos borrando esa imagen. Maldición ¿De verdad estaba mal? ¿Debía irme a casa por él? ¿O solo debía ignorarlo todo y seguir adelante?

Coloque mi cuerpo en posición fetal, me arrulle más en las sábanas y cerré los ojos con fuerza. Pensé en Kanako, en mamá y Margaret, pensé hasta en mi bicicleta y así pude conseguir rendirme al Morfeo tan solo por unas pocas horas en las cuales afortunadamente no soñé nada.


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Siete y media de la mañana. El sol resplandecía más fuerte y caluroso nos envolvió a todos haciéndonos sudar y cansar de más. Por mis lesiones, esa mañana no podría ir al campo con mis compañeros así que solo me pidieron observar en una banca mientras alejado de ellos.

Si, bajo el sol y sin una gota de agua, era mi castigo por el alboroto que "cause"

Supongo que no puedo quejarme, podría ser peor y gracias a los golpes que fingí aún dolían me permitieron al menos sentarme. Tenía los ojos un poco achinados observando a los demás correr en círculos, por la luz solar golpeando mi rostro no podía ver bien y tenía que alzar la mano para crear sombra sobre mis orbes. Desde ahí, de vez en cuando me daba cuenta de que algunos volteaban a verme pocos segundos, otros, como Kuze y Kamiki, sonreían burlones cuáles niños pequeños a punto de cometer alguna travesura.

R E B O R N • Koisuru BoukunWhere stories live. Discover now