V E I N T I D O S

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POV TETSUHIRO

Había jurado que estaba listo para todo, que mi valentía era superior a la de las personas corrientes que Vivian en el pueblo. Me sentía poderoso al portar un arma, al decir que pertenecía al ejército y que había aguantado un entrenamiento duro que casi me costaba la estabilidad mental. Si, había visto imágenes de guerras anteriores, me contaron cómo fueron, las víctimas, y como murieron.

Ellos creyeron que me hicieron valiente, y yo también creí que lo lograron.

Pero no.

Supe que aún era un niño asustadizo de veinte años al cual habían querido convertir en un hombre a la fuerza.

Lo supe cuando me vi dentro de esas cuatro paredes rodeados de personas listas para atacarme. Hombres que alguna vez vi durante mi entrenamiento me tomaban con fuerza y me retenían en la silla. Vi a mi padre, quien se mantenía alejado y permitía que todo eso sucediera sin siquiera hacer una mueca que me dejará ver que le dolían mis gritos.

Y Souichi.

Verlo en ese estado me quebró por completo. Verlo tan asustado me causo una sensación indescriptible, y pensé en lo impresionante que era el hecho de que ese hombre se había vuelto una fibra sensible en mí.

Quise cuidarlo, quise protegerlo.

Me quedo más que claro que él había pasado por algo, si no, no me explicaba su manera tan violenta de reaccionar.

Como si un simple toque de esos hombres le trajera un horrible recuerdo.

Todo ese momento fue de tensión absoluta, de temblores involuntarios y miradas tristes, asustadas. Pude ver la gran diferencia entre mi entrenamiento y una situación real, entonces me cuestione si de verdad estaba listo para ir a una guerra donde todo sería mucho peor.

El cuchillo creó un leve rechinido cuando la hoja afilada de este rozo la mesa al ser levantado. Mi mano fue abierta sobre la fría plancha metálica, y yo sentí que el corazón se me saldría. Quise verme valiente, pero el terror me invadió cuando aquel hombre ordeno que me cortaran el dedo.

"Córtenlo".

Su voz gruesa me perforó los oídos, entonces alguien me jaló del cabello con tal brusquedad que me hizo gritar.

Y el cuchillo impacto creando un sonido seco.

Solo recuerdo hasta ese momento, después todo se borró de mi mente como si hubiesen presionado algún botón en mi cerebro para eliminar lo restante en un video. Y después, el botón de rebobinar fue el usado.

Una y otra vez, una y otra vez el recuerdo de ese momento se repitió en mi cabeza. Una y otra vez taladró con violencia haciendo temblar mis sentidos.

Él, yo, llanto, dolor y un cuchillo.

Nos llevaron al colapso en lo que tardaba un humano en dar un suspiro.

Sobre todo, a él.

Jamás le había visto así, tan desesperado, tan fuera de sí mismo. Yo sabía que él tenía un mal carácter, sabía que podía ser odioso y grosero, pero jamás me imagine que el estrés y la presión no fuesen algo que él no pudiera manejar y por ende terminará siendo así.

No le importó ser insolente, no le importó responder de mala gana y hasta sarcástico.

Le admire por un minuto, al siguiente ya estaba pidiéndole que se detuviera.

No sé qué sucedió con él cuando ambos fuimos sacados de ese lugar, tampoco quise preguntar y mucho menos salir a buscarlo.
Si, estaba asustado.

Si su objetivo era sembrar terror en nosotros, lo habían logrado.





R E B O R N • Koisuru BoukunWhere stories live. Discover now