R E B O R N • Koisuru Boukun

C U A R E N T A Y S I E T E

Tetsuhiro

Un pitido ensordece.

Cubro mis oídos, mi primer movimiento es girar a la izquierda para ver al sitio donde impacto la bala detonada. Luego, volteo encontrándome a mamá con el arma entre sus temblorosas manos apuntando al frente. Mis ojos se dirigen a esa zona, el agujero en la pared humea ligeramente.

El corazón corre un maratón dentro de mi pecho, todo parece ir en cámara lenta. Mis nudillos duelen, mis ojos observan a papá en el suelo, bajo de mí, con la nariz sangrando y la mirada un tanto perdida. Desorientado. En ese momento de descuido donde todo me aturde y parece confuso, él me tumba al suelo, un puñetazo impacta en mi pómulo. Se pone de pie jaloneado por mamá quien, en un intento de evitar que este se lance sobre mi cual bestia, se gana un empujón.

- ¡Basta! –Grita, asustada. Papá se limpia la sangre de su nariz y comisura, yo me apoyo sobre mis brazos, luego me siento en el suelo viéndoles desde abajo. Poco a poco me pongo de pie, papá le arrebata el arma a mamá y me apunta tan rápido como esos golpes le permiten. –Yamaguchi, por favor –Solloza. Con sus trémulas manos, sostiene el brazo de papá con el que levanta el arma hacia mí decidido, y sin vacilación alguna.

- Dispara –Digo yo, cansado, abrumado y con el cerebro aturdido aun pitando, el sonido tan solo me marea. –Dispara ya, ya no creo que puedas herirme más –Una risita nerviosa se me escapa. Mis nudillos rojizos y manchados de sangre palpitan, hormiguean recordándome la realidad de mi vida.

Un padre abusador, un amor prohibido, una madre cómplice y dos vidas destruidas.

- Tetsuhiro basta ya, Yamaguchi... -Mamá intenta arrebatarle el arma, pero papá tan solo se mueve bruscamente haciendo que mamá retroceda.

- ¿Cómo... cómo pudiste mantener ese secreto tanto tiempo, mamá? –Me dirijo a la mujer que pronto pone sus ojos vacilantes sobre mí, arrepentida del pasado, pero ya muy tarde para cambiar el presente. –Tú sabías lo que él hizo, entonces... ¿Por qué? ¿¡Por qué has dejado que me humille y me trate como basura!? No lo entiendo, no puedo... –Sintiéndome ajeno a mi propia familia, tan solo los observo a ambos buscando al menos un motivo el cual me haga considerarlos mis padres, pero mientras más busco, más me doy cuenta del vacío tan grande que han dejado en mí, sobre todo él. - ¡¿Cómo puedes siquiera verle la cara!? Mamá, ¿Cómo...? –Cansado, llevo una mano a mi pecho, jadeo sintiéndome asfixiado. Me duele, me duele demasiado todo esto.

La respiración se me acelera, aprieto la mano sobre mi pecho y caigo sobre mis rodillas. Una mano apoyada en el suelo, me siento sobre mis piernas. La respiración forzosa no me da el oxígeno que requiero, la cabeza me da vueltas y las extremidades empiezan a entumecerse. Alzo un poco la cabeza, mis ojos en el arma que papá sigue sosteniendo contra mí.

Pronto dejo de escuchar, mamá dice mi nombre el cual no pude oir, el pitido se intensifica.

La vista se oscurece.

Un ataque de ansiedad que me lleva al desmayo.

...

Yamaguchi

Arrojo el arma a la gaveta, cierro dejándome caer en la silla de mi escritorio. En medio del desorden en mi oficina, Reiko me observa inquieta. Ladeo un poco la cabeza adolorido por los golpes.

- ¿Por qué le diste la pulsera? –Pregunto con fingida calma. Ella en su silencio supongo que piensa alguna respuesta lo suficientemente convincente como para no ganarse un balazo entre ceja y ceja por haberme traicionado.

- No lo sé ¿Sabes? No tengo idea... Quizás estoy cansada de ti, y de todo esto, de este matrimonio falso. Cansada de que tortures a mi hijo por el mismo pecado que te llevo a tener esa sortija con mi inicial –Sus ojos ónix se posan sobre el anillo en mi dedo, yo también lo observo moviéndolo un poco con mi pulgar. –Tetsuhiro es un niño... Lo has vuelto nada, Yamaguchi, has acabado con él.