LO QUE ELLA VE

348 26 0
                                    

ENTRE SUEÑOS Y REALIDADES (Capítulo 5)

Los días siguieron transcurriendo igual que siempre, hasta cierto modo nos habíamos acostumbrado a los sucesos extraños de la casa, tanto que cuando no saltaban en la punta de la lámina, yo le decía a mi esposo, —al parecer hoy todo estará tranquilo— e inmediatamente empezaban los ruidos, mi esposo seguía trabajando en la agricultura, yo siendo ama de casa, Analia me ayudaba, Lúa y Jesse seguían creciendo, Lúa ya hablaba, le llamaba "cones" a los zopilotes, según Analia y mi hermano Heladio era una niña caprichosa y voluntariosa, porque cuando mi hermano se la llevaba a casa de mamá, Lúa no quería caminar, así que se cruzaba de brazos hasta que Heladio la cargaba, y pasaba lo mismo cuando Analia iba a lavar, Lúa no caminaba.

ANALIA

Iba a lavar y cuando veníamos caminando de regreso, Lúa se paraba a media carretera diciendo que no quería caminar, y yo llevaba cargando el enorme contender de plástico con toda la ropa mojada dentro de él, así que tenía que encaminar un poco el contenedor, bajarlo y regresar a cargar a Lúa, hacía eso durante todo el camino de regreso, lo único que provocaba eran deseos de darle un par de nalgadas bien puestas.

Esa tarde llegué cansada, y corrí a preparar todo para los biberones de Lúa, porque no quería estar fuera de la habitación,  me daba miedo todo lo que sucedía dentro de esta casa, y más porque desde esa noche que Lúa despertó dando gritos, esa niña no volvió a dormir bien.

Estaba guardando todo, cuando mis necesidades fisiológicas llamaron, corrí al baño, pero estaba ocupado por mi hermana y al parecer mis vejiga no me daría tiempo, así que corrí a la parte de atrás de la casa, y fui hacia atrás de uno de los arbustos, subí mi falda, bajé mi ropa interior y me dispuse a hacer pipí, a lo lejos vi una niña que venia corriendo hacia mí, y se acercaba más y más, «Me va ver todo» pensé, cuando estaba por llegar a donde yo estaba, me puse de pie de rápido, subí mi ropa interior, bajé mi falda, y cual fue mi sorpresa, la niña pálida ya no estaba, la piel se me erizó, salí corriendo, lavé mis manos y me metí rápido a la habitación.

Lúa se me quedó viendo, —tía dice sofia que no te preocupes— dijo.

—¿Sofia? ¿Quién es sofia y por qué dice que no me preocupe?— Pregunté, sin imaginar la respuesta.

—Sofia es la niña que viste, dice que no te preocupes que no te vio, y que no le tengas miedo, que ella no viene por vos, que viene por mí, para que juguemos— dijo.

El corazón se me paralizó, el cuerpo no me respondía, estaba totalmente petrificada, asustada.

Unas semanas después, Nectaly informó que se iba de "mojado" para Estados Unidos, jamás dijo porqué.

NARCISA

Para cuando Nectaly se fue, la relación con mis suegros había empeorado por consecuencia de la relación entre mi cuñada Albalina y su nuevo novio Juan Andrés, mis suegros se desvivian por él al grado de humillarnos a mi esposo y a mí, Lúa iba a casa de mi suegra y no le prestaban atención, si se caía no la levantaban, mi familia y yo sufrimos mucho por esa relación que al final terminó en matrimonio, pero también terminó con todo el amor que mis hijas podían tenerle a mis suegros.

Para cuando Lúa cumplió 5 años, le hicimos una pequeña fiesta en nuestra casa, puesto que mis papás y hermanos estaban por salir de la aldea, se harían a vivir a Petén, y obviamente Analia se iría con ellos, me quedaría sola, la fiesta fue muy bonita, Lúa disfruto mucho.

Unos días después tuvimos que despedirnos de mi familia, Lúa lloró mucho, más por Analia, era quien la cuidaba.

Unos días después Lúa estaba llena de moretones en su cuerpo, jamás imaginé todo lo que esos moretones harían en nuestras vidas.

Continuará...

- Lissbeth SM.

ENTRE SUEÑOS Y REALIDADESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora