LA REVELACIÓN

218 15 0
                                    

ENTRE SUEÑOS Y REALIDADES (Capítulo 27)

El corazón me dolía, el alma la sentía fuera del cuerpo, no encontraba la manera para entender esto, no lograba poner mi cabeza en orden, es como si hubiese habido una explosión nuclear en mi interior, solo habían escombros, nada estaba en su lugar.

—No hay forma en la que me digas esto, en la que yo pueda encontrar el lado bueno, no entiendo, ¡maldita sea Israel, llevo más de diez años conociéndote, queriéndote! ¿Cómo carajos explico que mi primera vez fue con un fantasma? ¡Me van a tachar de loca o peor aún de ¡nəcrø-fìlìcă! ¿Cómo fuiste capaz de hacerme esto?— dije con el alma totalmente destrozada.

—No Lúa, por favor entiende, no jugué, solo no sabía cómo decir todo, no te mentí, solo omití decirte algunas cosas, y con respecto a lo que pasó entre nosotros, fue algo más que físico, nosotros tenemos una conexión que va más allá del cuerpo, somo algo más que eso, nosotros nos hicimos el amor con el alma, porque nos amamos desde que éramos unos niños— dijo, con la voz cortada.

—No entiendo, hay muchas cosas que no puedo entender.—

—Pregúntame mi amor, yo responderé todo lo que me preguntes.—

—Es que, si sos un espíritu y tu supuesta familia también, ¿por qué mamá pudo verlos a todos? ¿Por qué me elegiste a mí? ¿Cómo llegaste hasta acá?— las preguntas eran más y más.

—Tu mamá logró vernos gracias a vos, y lo hice para que tu mamá confiara y te dejara salir conmigo, te voy a explicar, sos la conexión entre la vida y la muerte, si un alma en pena logra tocarte, los demás pueden verle, pero para lograr tocarte debe haber un vínculo con vos, y nosotros lo tenemos, mi familia te agradó y por eso pudieron tocarte, pero al hacerlo robamos tu energía y es por eso que te sentías tan cansada, pero por ejemplo cuando hicimos el amor, o cuando nos besamos yo te toco no para que los demás seres humanos me vean, yo te toco para amarte, en esa situación tu energía queda intacta— dijo, llevándome hacia a él, no se lo permití.

—Tengo mucho miedo— dije.

—No, no me temas, jamás te haría daño, todo este tiempo lo único que he querido es cuidarte, yo morí el día que nos conocimos en el hospital, cuando desperté veía mi cuerpo y veía a mamá dar gritos de dolor, cuando te vi, sentí paz, yo aún no sabía que pasaba, estaba pequeño aún como para entender, pero me daba miedo que todos me pasaban llevando y no se daban cuenta, le hablaba a las enfermeras, a los médicos, le hablaba a mamá, le preguntaba que pasaba, que porque lloraba, no me respondía, no me veía, pero luego llegué a donde estabas, y vos, vos si me veías y sentí más, luego te fuiste y yo me quedé solo en ese hospital lleno de almas en pena, y hacia frío, tanto frío, ahí conocí a Adelaida, Israel y Blue, curiosamente él se llamaba igual que yo, ellos me defendieron, me explicaron que pasaba, lloré, grité, tenía miedo, Adelaida llevaba 80 años muerta, Israel llevaba 134 años, y Blue, Blue no sabía cuando murió, les platiqué de vos y ellos se emocionaron dijeron que si estábamos cerca de vos, estaríamos seguros, ellos si sabían la manera de irse con vos, sin tener que habitarte, intentaron enseñarme, pero era un niño tonto e inexperto, no pude, fue por eso que la única opción fue habitarte Lúa, hicimos el plan por si algún día regresabas, y regresaste, cuando te despediste de mí, yo salté en tu interior, vine contigo, estoy aquí, gracias a vos, yo pensé que nunca más te vería después de la primera vez, Lúa desde que te vi sentí algo distinto, sentí amor, en ese entonces no lo sabía, pero ahora lo sé, fue amor, por eso corrí al ventanal del hospital para despedirme de vos, ¿recuerdas?— Preguntó.

Asentí.

—Pero de algo si estoy totalmente seguro, yo te amo Lúa, y si sigo aquí es por vos, únicamente por vos, yo renuncié al cielo por amor a vos— dijo.

Sentí mi corazón hacerse pequeño.

—¿Por qué yo Israel, por qué me elegiste a mí?— Pregunté.

—Porque no conozco a nadie más con tu don— respondió.

—Entonces no me amas, solo soy tu única opción, y eso Isarael no es amor, es conveniencia— dije yéndome de ahí a toda prisa.

Continuará...

- Lissbeth SM.

ENTRE SUEÑOS Y REALIDADESWhere stories live. Discover now