LA FUGA DE LAS LOCAS

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ENTRE SUEÑOS Y REALIDADES (Capítulo 39)

—Ve por Israel por favor —dije a Blue.

Ella se desvaneció entre la pared, no tardó ni diez segundos y estaba de regreso aquí, yo estaba en el baño.

—Dios, ¿Dónde está Lúa? ¿Qué le pasó? —Preguntaba muy asustado, veía hacia todos lados, y Danny le veía todo el tiempo con cara de fuchi, ha sido la primera vez que alguien ve a Israel con desconfianza.

—Deja el drama, ya estás grandecito, Lúa esta aquí, cierra los ojos que te tiene una sorpresa, ah y antes de que hagas otro berrinchito yo también puedo verte, tengo un don parecido al de Lúa —dijo Danny, resoplando y moviendo su flaquillo con casa resoplo.

Salí del baño, Israel se quedó inmóvil como por cinco segundos, estaba boquiabierto viéndome, sus ojos estaban aguajocitos y corrió hacia a mí, nos abrazamos, me levantó y me daba vueltas, parecíamos una de esas parejas que salen en las películas románticas, Blue nos veía maravillada, Danny seguía con cara de pocos amigos.

Mientras girábamos mis labios y los de Israel se unieron, nos fundimos en un beso lleno de deseo, añoranza, eran dos años los que estuvimos lejos y cerca a la vez.

—Te extrañé tanto, mi amor —dijo Israel, tocando mi rostro, mi cabello, yo sonreí.

—No me gusta el color rojo, pero te queda bien —dijo.

Yo sonreí.

—Menudas gilipolleces las que dice este chaval, le tiene que gustar a ella no a vosotros, además si la amais no deberías decir cosas que la hagan sentir mal, vamos tía tu color mola y mola mucho —dijo Danny, con ese acento que aparecía solo cuando estaba molesta, preocupada, feliz o tenía miedo.

Yo volteé a verla, y entonces ella resopló, —Ok, ya no diré más, solo porque es tu novio —dijo, y yo sonreí.

—Tengo mucho que explicarles, pero antes, Blue por favor dejar pasar a Ismael —dije.

—¿Qué? ¿Por qué él? Gracias a él tu mamá te metió a este infierno y te perdiste en tu memoria, lo único que quiero es matarlo —dijo Israel.

—Mi hermano tiene razón —respondió Blue.

—Dejen de juzgar, ahora entenderán todo —dije.

—Déjame decirte que no todo ha sido malo acá, gracias a eso nos conocimos, deberías de lavarte esa boca con jabón, tal vez así dejes de decir sandeces —dijo Danny.

Israel me tomó de la mano, ignorando a Danny.

Ismael entró a la habitación, y en cuanto me vio corrió a abrazarme.

—Tremenda Diosa, ahora el color rojo existe porque acabas de darle vida, antes de que lo utilizarás era un simple color, ahora es ¡el color! Y desde hoy, ¡mi color favorito! —dijo Ismael.

Danny se acercó a Israel, —aprende te tu hermano gī-lī-pø-llāś, te van a comer el mandado por grosero —le susurró al oído.

Israel solo apretó los puños.

—Gracias Ismael, ahora por favor escúchenme, no tenemos mucho tiempo, todo esto fue mi plan, tenía que aprender a conocer la forma de actuar de Ivanna y necesitaba que ella bajara la guardia, Ismael dijo lo que dijo porque yo se lo pedí, porque era parte de mi plan, no podía decirles nada a Blue e Israel porque no me dejarían, Israel, nunca estuve perdida en mi mente te escuché casa día a cada hora, todo lo que me decías, también te escuchaba a vos Danny, todos los libros que me leías, amé cada uno, pero No me llames loca y El diario de una demente fueron mis favoritos, en verdad te considero mi mejor amiga, pequeña —dije.

Danny corrió a abrazarme, Ismael también.

Israel solo nos veía.

—¿Acabas de decirme que mi hermano malvado si sabía de tu plan y yo que soy tu novio no? —dijo Israel muy molesto.

—No amor, solo le pedí que dijera pero no sabía el porqué —respondí.

—¿Qué pasa? —Preguntó Ismael, porque obviamente no podía ver ni escuchar a Israel.

Danny se acercó a él, —te haré un favor cariño, ojos de otoño, ahora verás sin vendas —dijo Danny.

Ismael se quedó asombrado, ahora gracias a Danny, Ismael podría ver todos los espíritus, almas en pena.

—Cuando ya no quieras ver con los ojos de Lúa, solo reniega del otoño y la magia acabará —dijo Danny.

—Bien, ahora solo necesito que Ismael nos ayude a salir de aquí, Danny vendrás conmigo no voy a dejarte aquí —dije, dándole a Danny ropa y una boina.

—¡Me encantaaaaa! —gritó Danny.

—Lo sabía —respondí.

Las dos reímos.

—Ok, Blue, Israel creen una distracción, yo esperaré en el auto a que Lúa y Danny salgan, para irnos de aquí —dijo Ismael.—

Saliendo todos de la habitación, las alarmas de incendio empezaron a sonar, todo se volvió un caos, tomé de la mano a la pequeña Danny y salimos corriendo, todos corrían, había humo por todos lados, nadie intentó detenernos, pero justo antes de llegar a la puerta de salida, estaba ella, Ivanna.

—¿Creíste que podrías engañarme, Lúa, JA, JA, JA, JA, que ilusa —dijo Ivanna.

Continuará...

- Lissbeth SM.

ENTRE SUEÑOS Y REALIDADESWhere stories live. Discover now