LA SOLUCIÓN

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ENTRE SUEÑOS Y REALIDADES (Capítulo 35)

Abrí los ojos, Israel, Blue y el Cone ya no estaban a mi lado, estaba yo en una habitación roja, parecían cristales rojos, ¡toda la habitación era de cristal rojo! La habitación estaba rodeadas de puertas, unas cuantas llamaron mi atención, todas las puertas tenían un número ibas desde el 01 hasta el 509, eran los que yo alcanzaba a ver, llegué a la puerta 04, la abrí, entré y entonces me volví espectadora, parecía una película del día que conocí a Israel, ver y recordar ese día hizo que mi corazón sintiera todo el amor que Israel provocaba en mí, ese niño inocente, tan noble y yo una niña a la que aún no le arruinaban la vida, la ternura con la que Israel me veía, y fue como si me corazón se uniera al de aquella niña, y sentí nuevamente aquella sensación de querer abrazar a Israel, salí de esa habitación con el alma reconstruida.

Luego fui a la habitación 05, en cuanto entré quise salir corriendo, pero la puerta se cerró, entonces entendí que esto era obra de ella, Ivanna, porque frente a mí estaba la escena de la primera vez que ese monstruo abusó de mí, sentí tanto miedo, tanto asco, sentí arcadas, me sujeté de la pared y vomité, escuchaba mis propios llantos de cuando era niña, me sujeté a la manija de la puerta, intenté abrir una y otra, y otra vez, y no podía, no entendía si estaba dentro de mi mente o donde estaba, pero de algo estaba segura, no iba a tener miedo y si lo tenía no iba a demostrarlo, así que sujeté esa manija con todas mis fuerzas, la giré y abrí, en cuanto salí, la vi parada frente a mí, soberbia y con esos aires de diosa, Ivanna era una mujer preciosa, alta, delgada, piel canela, labios bien formados, y una sonrisa de medio lado que a cualquiera le robaría el aliento, era elgante, muy elegante, todas vestida de blanco, un blanco impecable, tenía unos ojos color avellana perfectos, encerrados en unos anteojos de aros redondos, olía delicioso, era lo más parecido a la perfección, pero con el alma podrida, que horrible ser un ser humano con ella, estaba segura que su físico era su premio de consolación, un alma podrida dentro de un físico perfecto.

—¿Te has dado cuenta Lúa? Puedo ser el más dulce de tus sueños, o la peor de tus pesadillas —dijo, con una voz muy dulce.

Las piernas me temblaban, pero no iba a demostrárselo.

—Ja, ja, ja ja, ja, ja, ¿estás estúpida o qué Ivanna? Los sueños o pesadillas, viajes astrales, o mi capacidad de verlos a ustedes, y también a los muertos, son parte de mí,  es mi capacidad y lo puedo controlar yo, no vengas a querer asustarme, mis temores no dependen de vos, mis temores dependen de mí, al igual que vos, así que bájale a tu arrogancia porque sin mí sos nada, si yo quiero vos y todos tus monigotes dejan de existir, la del don aquí, soy yo, vos sos nadie —respondí, con más miedo que certeza.

—Niña tonta —gritó Ivanna.

Y el suelo abajo de mí se abrió, e iba en caída libre, el aire no me llegaba, el corazón se aceleró, yo gritaba nadie me escuchaba, cerré los ojos, empuñé mis manos, los abrí y estaba en la habitación de hospital, Israel estaba en una esquina, tomado de la mano de Blue, estaba asustado, Blue están a llorando, me acerqué a ellos.

—¿Qué pasa? ¿Por qué están tan austados? ¡Les estoy hablando! ¿Por qué me ignoran! —grité, ellos no se movieron, entonces me volteé de una hacia la cama de la habitación, y me vi ahí acostada, los médicos intentaban reanimarme, mi cuerpo no reaccionaba a la reanimación, yo podía ver a todos pero nadie podía verme a mí.

Me acerqué a mi cuerpo y me tomé de la mano.

—Aaaaaaaaaaahg —abrí los ojos.

Los médicos me estabilizaron y salieron de la habitación, me creían dormida.

En cuando salieron de la habitación, me senté a toda prisa.

—¡Lúa —dijeron Blue e Israel al unísono, mientras se acercaban a mí.

—Debemos acabar con Ivanna y ya se que hacer —respondí.

Continuará...

- Lissbeth SM.

ENTRE SUEÑOS Y REALIDADESWhere stories live. Discover now