ADIÓS DANNY

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ENTRE SUEÑOS Y REALIDADES (Capítulo 41)

Después de que Danny cruzó la puerta, lloré, lloré tanto, me sentía mala amiga, y a la vez me sentía bien por haberle dado el lugar al hombre que amaba, que si bien todo el tiempo me mintió al no decirme quien o que era en realidad, sabía que lo había hecho para protegerme.

Tocaron a la puerta, —adelante —dije.

Era Ismael, vio a todos lados, y luego me vio como reprochando con su mirada.

—¿Dónde está Danny? —Preguntó.

—La corrí, le pedí que se fuera, es una mentirosa, dijo que vio a Israel e Ivanna hablando, dijo que Israel es cómplice de Ivanna, yo no puedo permitir que digas cosas que no son de un ser tan bueno como Israel —respondí, encongiéndome de hombros.

—Es que sos una imbécil, todos son unos imbéciles, ¿por qué no son capaces de ver la manipulación de Israel? ¡Él no es la banca paloma que todos creen! Desde niños me jodió y aunque no esté bien que lo diga, yo agradecí que muriera, porque no tengo otra forma de decirlo, para mí, Israel es el anticristo —gritó.

No me di cuenta, pero reaccioné de la peor manera, dándole un bofetada, Ismael se acercó a mí, me tomo fuerte de la cintura y me llevó a él, —además de ser una gorda sos una estúpida, no logras ver quien si te ama y quien solo finge para sacarte provecho, acabas de correr a una amiga por un manipulador — dijo, dándome un beso en los labios, intenté resistirme, pero mi cuerpo no respondió, mi cuerpo correspondió el beso.

Ismael salió de la habitación, y sentí una presión en el pecho, esa necesidad de creer en Israel, es que había sido tan bueno conmigo, tan leal, él era mi primer y único amor, él me salvó hasta de mí.

—Creo que los besos de mi hermano ya no te disgustan —dijo Israel, sacándome de mis pensamientos.

Pero, —¿De qué hablas? ¿Es que no has visto todo? Te he defendido no solo de tu hermano, si no también de la única amiga que he tenido en la vida —dije.

—Si, lo he visto, y que bueno que mandaras a Danny al carajo, no me caía bien esa niña, no solo está loca, también es una mitomana, mira que inventar que yo soy aliado de Ivanna, el ser que más daño me ha causado, pero ya, dejemos ese tema, ven quiero dormir con vos, nunca hemos podido hacerlo libremente, y quiero disfrutar del tenerte cerca —dijo Israel, tomándome de la cama.

Me abrazó fuerte, a pesar de que jamás me había gustado que me abrazaran, con Israel siempre me sentí segura.

No sentí como me quedé dormida, pero me despertaron los dedos que se deslizaban por mi rostro haciendo a un lado mi cabello, abrí los ojos lentamente, y la vi, ¡era Danny! Estaba vestida totalmente de blanco, un vestido muy liviano blanco, una boina blanca, y estaba decalza, intenté hablarle para pedirle una disculpa, Danny lo impidió colocando su dedo en mis labios.

—Shhhh, ayúdame —susurró Danny, y su rostro se llenó de temor y sus ojitos se fueron llenando de lágrimas, y caminó fuera la habitación, yo la seguí, solo la veía caminar descalza por toda la calle, eran aproximadamente las 5:40 a.m. los sé porque estaba por amanecer.

—Danny, ¿a dónde vas? —preguntaba, no obtenía respuesta, mis gritos despertaron a todos, empezaron a seguirme.

—Lúa, ¿qué pasa a dónde vas? —Preguntó Ismael.

—Voy por Danny, necesito encontrarla —dije.

Llegamos al río, cerca del lugar donde Israel y yo teníamos nuestro refugio, el amanecer me mostró lo que nunca debí ver, Danny estaba tirada a la orilla del río, los rayos de sol me dejaron ver, su piel pálida, estaba boca abajo, estaba vestida toda de blanco.

—Danny, ¿qué haces tirada aquí? Te vas a congelar —dije, tomándola del brazo, mi sorpresa fue sentir su piel totalmente fría, es como si nunca hubiese tenido calor en ella, mi corazón tuvo miedo, y a la vez se llenó de culpa, la sujeté fuerte del brazo, mi sorprendieron unos ojos verdes sin rastro de vida en ellos, su mirada se había perdido y sabía que no regresaría, su vestido blanco estaba rasgado y lleno de sangre, su piel pálida y fría tenía hematomas.

—¡Daaaaaaaaaaaaaanny! No, no, no, no, no, mi pequeña Danny, por favor, háblame, háblame, ¿quién le hizo esto? ¡Danny, háblame! —grité, mientras besaba sus manos, su carita, y le quitaba las hormigas que caminaban sobre ella, —¡Daaaaanny! Mi niña aquí estoy, ¡traigan una colcha! Danny tiene frío, ¡su piel está fría! Traigan la colcha, tiene frío —grité, Ismael me tomó entre sus brazos, Ismael permanecía perplejo, Blue no decía nada.

Ismael tomó su sudadera y la colocó sobre el cuerpo de Danny, luego regresó a mí, y trabaja de consolarme.

—Esto es mi culpa, yo la corrí, es mi culpa, ¡perdóname Danny! Yo debí morir, no ella, es que era una niña, le jodieron la vida y yo le di el peor de los finales — susurré entre lágrimas.

De repente, sentí que tomaron la mano que tenía colocada sobre el hombro de Ismael, limpié mis lágrimas, y le vi, Danny me sonrió.

—¡Danny! —grité con felicidad.

— Es que, ¿Acaso puedes verla? —Preguntó Israel.

Danny negó con la cabeza.

—No, no puedo verla —mentí.

Continuará...

- Lissbeth SM.

ENTRE SUEÑOS Y REALIDADESHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin