We'll see [Loona]

3. Tarde agradable

—You know it’s been a long day. I haven’t seen you today, You’re somewhere, I’m sure. — Chuu iba camino a su casa, con los aurículares puestos y cantando felizmente hasta que chocó con alguien.

—Oye mira por donde vas. — reclamó la voz ajena, que ciertamente se le hacía algo conocida, así que miró a la persona en cuestión.

Ahora tiene sentido, pensó.

—Lo siento. — se disculpó para luego comenzar a caminar.

—¡Espera! — la contraria la alcanzó. —Eres Chuu, ¿cierto?

Rayos.

—Sí, soy yo. — no le quedó de otra más que contestar.

—¿Te puedo pedir un favor?

—¿El qué?

—Tus apuntes de historia, ¿me los prestas?

—Estabas ahí, ¿cómo es que no los tienes, Yves?

—Me distraje haciendo algo.

—¿Qué cosa?

—Mirárte. Fue difícil concentrarme en clase contigo a mi lado.

—¿Realmente esperas que crea eso?

—En realidad sí, pensé que lo harías. Ha funcionado con otras.

—Ni se te ocurra compararme. — la apuntó con el dedo.

—Bien. Qué hay de los apuntes, ¿me los prestarás?

—No. Dejaron tarea y no pienso no hacerla por prestarte mi cuaderno.

—¡¿Dejaron tarea?! — exclamó sorprendida.

—¿Qué estabas haciendo, que ni te diste cuenta de que dejaron tarea?

—Simplemente no puse atención, se me hizo aburrido. Oye, ¿quieres venir a mi casa? No está lejos de aquí.

—¿Y cómo por qué iría yo a tu casa?

—Porque serás buena, me acompañaras para pasarme los apuntes y así podemos hacer la tarea juntas. — sonrió luego de oír su propio plan.

—Ya ni siquiera me estás preguntando, me estás diciendo que vaya.

—Te lo pedí al principio, y amablemente. Vamos, ¿sí?

—¿Por qué no se lo pides a una de tus amigas?

—Ellas nunca me pasarán nada, y si Haseul se entera que no hice alguna de las tareas que dejaron en el día me matará.

La bajita rió, escuchar eso le recordó a Vivi. Cómo una madre, ella también estaba al pendiente de que sus amigas terminaran todas sus tareas.

—Está bien, vamos.

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—¿Para qué necesitas tantas latas de pintura? — preguntó el hombre luego de terminar su bocado.

—Es para la clase de arte. — respondió Chaewon con una sonrisa. —¿Las llevarías a la escuela por mi, por favor?

—Claro, princesa. ¿A la hora del descanso está bien?

—Sí, gracias papá.

—¿Tienes idea de dónde se ha metido tu hermano, Gowon? — su madre preguntó, sentándose a la mesa.

—No, ni siquiera lo ví a la hora de la salida.

—Tranquila cariño, seguramente está con sus amigos. Ya regresará.