56. Admito que todavía me gustas

394 28 0
                                    

Obviamente estaría mintiendo si dijera que no se encontraba nerviosa.

Toda la noche no paró de pensar en lo que pasaría cuando llegara el momento de ver a su verdadera familia. Claro que antes de que eso sucediera, tenía que hablar con las personas que siempre creyó que eran sus padres.

No sabía muy bien como sentirse al respecto, estaba bastante confundida y tampoco tenía muy claro cuál sería su reacción, no sabía como actuar frente a los que fingieron ser sus padres y mucho menos con quienes eran sus padres biológicos.

Sus pensamientos se vieron  interrumpidos cuando la puerta de su habitación fue abierta con lentitud.

—Buen día, pequeña. — saludó el varón.

—¿Te sientes mejor ahora? — preguntó la que supuestamente era su madre.

—Sí, eso creo. — respondió de manera incómoda.

—¿Qué te pasa?

—¿Por qué nunca me dijeron la verdad? — decidió ser directa para no perder más tiempo y los mayores se tensaron. —¿Por qué nunca me dijeron que no soy su hija?

—¿Quién te dijo tales tonterías? — su padre intentó restarle importancia al asunto. —Nada de lo que te hayan dicho es verdad.

—Incluso todo lo que ustedes me dijeron no lo es. No es verdad.

—¿Cómo puedes estar tan segura de ello? No te dejes llevar por palabras que te haya dicho cualquiera. — la mujer acarició el dorso de su mano y Chaerin se alejó del tacto.

—¿Entonces por qué parecen tan nerviosos?

—Nos ofende que pienses así de nosotros.

—¿Por qué le creería a la primera persona que viniera a decirme que ustedes no son mis padres, si yo no tuvieras sospechas desde antes? — los miró a la espera de que por fin le respondieran sin negar lo que ya había preguntado antes.

—Tampoco deberías tener sospechas. — su voz sonó dura.

—Una vez te escuché decir que no soy su hija y ahora viene alguien y me dice que de verdad no compartimos lazos familiares, ¿cómo debería tomarme eso?

—Eres nuestra hija, Chaerin. Nosotros te criamos, no hay nada más que decir.

—Perdí a mi bebé... — comenzó a decir su madre.

—Sora. — su esposo la llamó con advertencia.

—¿De qué sirve seguirle mintiendo? Ella tiene que saber la verdad.

Chaerin suspiró, todavía seguía sin creer que le hubieran mentido sobre sus verdaderos padres.

Pero por otro lado no estaba del todo molesta, más bien lo que sentía era decepción. Literalmente toda su vida le habían mentido.

—Tu padre y tu tío fueron quienes te trajeron a mi. — Chaerin la miró con curiosidad.

—Sora. — volvió a decir con advertencia. —Detente, ya.

—Es lo que hago Jungsoo, detenerme. No le voy a seguir mintiendo. — dejó en claro y Jungsoo sólo suspiró mientras se masajeaba el puente de la nariz. —Como dije, perdí a mi bebé por complicaciones en el parto. Me dolió tanto no haber podido tener a mi hija en brazos y tu padre—

—Él no es mi papá. — la interrumpió. Ciertamente le había dolido decir aquello.

Esas personas no eran sus padres, pero nunca la trataron mal, nunca tuvieron problemas y siempre que lo necesitó estuvieron para ella. Sin embargo le habían mentido bastante.

We'll see [Loona]Where stories live. Discover now