We'll see [Loona]

49. Campamento

—Estamos a punto de presenciar una pelea entre el Hyewon y el Lipsoul. ¡Comiencen! — exclamó Hyunjin y las parejas mencionadas comenzaron a jugar.

Chaewon y Jinsoul se empujababan mientras estaban en los hombros de sus novias y éstas también soltaban uno que otro empujón, al final la competencia entre esas cuatro había sido olvidada y ahora era un todos contra todos. Se mojaban con las pistolas de agua y finalmente se lanzaban todos al lago, se tomaron algunas fotos y siguieron jugando por un rato hasta que les dio hambre y decidieron que lo mejor sería dividirse en equipos para saber quienes irían a comprar la comida y quienes se quedaban a recoger todo el desastre que ya habían hecho con solo dos horas estando ahí.

Sooyoung, Haseul, Jungeun, Hyunjin, Vivi, Jinsoul, Jiwoo y Heejin salieron a comprar todo lo que necesitarían mientras el resto se quedaba en casa.

Seonghwa y Chaewon estaban fuera todavía jugando un poco y realmente parecían unos niños pequeños, el simplemente mirarlos hizo que Yeosang dejara escapar una sonrisa nostálgica que Hyejoo notó al pararse a su lado.

—¿Te pasa algo? — preguntó.

—No, nada. — negó. —Es solo que verlos así me hace pensar en... Mi hermana.

—¿Tienes una hermana? — Yeosang asintió.

—Sólo Seonghwa y Chaerin lo saben, bueno y ahora tú.

—La extrañas. — afirmó Hyejoo al descifrar mejor la expresión del mayor. —¿Hace mucho no la ves?

—Dieciocho años. Demasiado, ¿no?

—Lo siento.

—Está bien, no es tu culpa. — soltó un suspiro y sus ojos comenzaron a cristalizarse.

Hyejoo no supo cómo reaccionar, no iba a mentir diciendo que no sintió empatia por el rubio en ese momento, pero tampoco era la mejor cuando de consuelo se trataba. Si bien era cierto que ya se llevaban mejor y ese podía ser un momento perfecto para tal vez volverse más unidos, lo único en lo que pensaba Hyejoo era en no decir o hacer una tontería que terminara haciendo sentir peor a Yeosang, aunque realmente dudaba de sí misma porque sabía de sobra que podía llegar a ser bastante imprudente.

—No vayas a llorar, te ves feo. — le dijo en un tono burlón y codeando levemente su costado.

El mejor consuelo del mundo, Hyejoo. Felicidades, se reprendió mentalmente.

Pero para su sorpresa logró sacarle una pequeña sonrisa al mayor y el gesto la contagió.

—Yo soy hermoso hasta cuando lloro. — le dijo dejando un pequeño empujón en su hombro.

—No, eres horrendo. — volvió a bromear.

—Lo que digas, Son. No bajarás mi confianza ni un poco.

—Escucha, si en algún momento necesitas hablar sobre esto puedes hacerlo conmigo si quieres. Pero si me haces llorar te golpearé. — le advirtió.

—Bien. — sonrió divertido.

—¿Qué fue eso? — preguntó Hyejoo al escuchar un ruido proveniente de la cocina.

Yeosang se encogió de hombros en respuesta y ambos se dirigieron hacia dicho lugar, pero a simple vista no parecía que alguien estuviese ahí, sin embargo los ruidos continuaban, haciendo que Yeosang y Hyejoo se miraran confundidos.

—¿Chicas? — preguntó Yeosang en caso de que alguna de sus amigas fuera quien estuviera en la cocina.

No obtuvo respuesta que no fueran los ruidos que antes ya habían escuchado antes y la verdad comenzaban a asustarse un poco con aquella situación. Terminaron por entrar completamente a la cocina y entonces lo vieron.