39. Romanticismo

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—¿Has oído hablar sobre el hipopituitarismo, Wonnie? — preguntó Hyejoo mientras reforzaba su abrazo en la cintura de la mayor y apoyaba su mentón en el hombro de ésta.

Ambas se encontraban en el jardín de la escuela, sentadas bajo la sombra de un árbol mientras disfrutaban de su receso.

—No. ¿Qué es? — preguntó interesada al escuchar aquella rara palabra y miró a Hyejoo con atención.

—Es una rara enfermedad que no permite que una persona sienta el éxtasis del amor. — dijo y sonrió al ver la tierna expresión de interés y sorpresa en el rostro de Chaewon.

—¿En serio? — Hyejoo asintió.

—Se produce por una disminución anormal de las hormonas secretadas por la glándula hipófisis. Es por eso que algunas personas afirman que nunca han sentido el amor romántico. — hizo una pequeña pausa y luego continuó —Mis papás creían que yo padecía esto.

—Yo también lo hubiera creído. — confesó haciendo que la menor sonriera.

—Pero no es así, los estudios demostraron lo contrario. Simplemente no me había enamorado lo suficiente de alguien.

—¿Qué hay de las chicas con las que saliste antes?

—Sólo fueron tres. La primera, fue algo bonito y un poco especial mientras duró, nada que no pase en cualquier otro noviazgo primerizo y las otras dos, simple atracción física y una que otra cosa en común, nada más.

—¿Y yo? — preguntó con un tono tímido y evitando la mirada de Hyejoo.

—¿Tú? Mmm, veamos, ¿qué hay contigo? — fingió pensar en algo que describiera su relación con la de cabellos plateados, sabiendo que conseguiría que Chaewon ansiara su respuesta. —A ti te amo. Tú eres esa persona especial que me hace sentir la necesidad de estar con ella todo el tiempo, con la que sé que quiero estar el resto de mi vida, la que acelera mi corazón apenas la veo, quien me hace sentir las famosas mariposas en el estómago. Como si fueras mi alma gemela. — dijo, logrando que en las mejillas de la mayor se hiciera presente un fuerte sonrojo. —Así eres tú y eso causas en mí.

—A veces eres tan boba, pero tan tierna. — apoyo su frente con la de la más alta y rozó levemente sus labios. —Yo también siento mariposas cuando estoy contigo, tanto que a veces siento que me harán vomitar un arco iris.

—En realidad, ese sentimiento de las mariposas es causado por la adrenalina que inunda el cuerpo.

—¿Siempre has sido tan románticamente nerd? Es más, ¿cómo es que sabes todo eso?

—No, sólo Park Chaewon tiene el privilegio de ver este lado mío. Sobre lo otro, aunque no lo parezca, a veces leo e investigo sobre temas que otras personas creen que no me interesan o me aburren. — sonrió ampliamente y luego procedió a unir sus labios con los de la mayor.

Chaewon sonrió en el beso y cuando la falta de aire se hizo presente, mordió el labio inferior de Hyejoo antes de separarse. Volvieron a unir sus labios y así se mantuvieron por unos minutos, entre besos, abrazos y miradas tiernas hasta que el timbre sonó, indicando que debían ir a su próxima clase.

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—¿Piensas comer únicamente cerezas? — preguntó Yeojin y Choerry revolvió levemente los, ahora rubios cabellos de la menor.

—Tal vez.

—Tienes que comer tu almuerzo, no sólo las cerezas. — le reprochó de manera tierna y Yerim sonrió.

—Comeré luego de que logre hacer un nudo con el tallo de la cereza.

—No, come ahora. — le dijo mientras tomaba la mano de la mayor para impedir que agarrara otra cereza.

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