54. Decir la verdad

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Pensar toda la noche en cómo le daría la noticia a la menor, no le sirvió de mucho.

Sonaba simple, sin embargo, Yeosang no lo sentía así. Chaerin podría creerle o no, pero en cualquiera de las dos opciones escuchar aquello todavía podía sentirse como si fuera un golpe. Acababa de salir de una cirugía y lo primero que la recibía era la noticia de que tenía un hermano, que quienes creyó eran sus padres en realidad no lo eran y además ella también tenía cosas explicar.

Por supuesto que hablar sobre eso no era para nada simple, pero callarlo por más tiempo terminaría en peores circunstancias y la verdad es que ninguno quería más problemas. Literalmente habían vuelto de un viaje "curativo" para terminar metiéndose en problemas, fue como la calma antes de la tormenta.

—Llegas temprano. — de verdad que el sólo escucharlo hacía que le dieran ganas de golpearlo.

—Siéntate. — ofreció Yeosang de la manera más calmada que pudo.

—¿Qué quieres ahora? Ya te dije quien es tu hermana, ¿qué más necesitas?

—Que me digas cómo es que sabías que Chaerin es mi hermana.

—Una vez escuché a mi familia hablar sobre un integrante de la familia que en realidad no llevaba nuestra sangre. Era un niño y no lo entendí hasta tiempo después.

—Al punto, Jeon. Sé directo, no vine a perder el tiempo.

—Escuchar tras las puertas es como un hábito para mi. — sonrió de lado. —Y así fue como a los seis años me enteré de que mi tía había perdido a su bebé, ¿pero por qué si lo perdió, Chaerin era parte de la familia? Pensé que se referían a otro hijo que pudo haber tenido, pero entonces la conversación siguió. Y terminé escuchando que mi padre fue quien se robó a una pequeña niña para que su hermana no sufriera más por la pérdida de su hija. — contó.

—Pero provocó el sufrimiento de mi familia. — habló entre dientes.

—Cuando te conocí en la secundaria y me contaste sobre tu hermana lo primero que hice fue recordar a mi supuesta prima. Luego descarté esa idea, el mundo no podía ser tan pequeño como para que terminara juntándome con la familia biológica de mi prima, pero escuchar la historia de parte de tus padres y recordar lo que yo escuché cuando era un niño me hizo juntar las piezas. Definitivamente ustedes eran la familia que mi padre había separado, y definitivamente el mundo sí es muy pequeño. 

—¿Por qué nunca dijiste nada?

—No creí que fuera lo correcto, ¿te imaginas los problemas en los que me hubiera metido si llegaba a mi casa a decir "Oigan, los escuché decir que Chaerin fue robada y descubrí que la familia de mi amigo es su familia biológica"?

—Dejemos un par de cosas claras. Una; no soy tu amigo, dos; eres un maldito cobarde y tres; tú y tu familia son un asco al ni siquiera mostrar arrepentimiento por lo que hicieron.

—Mi tía si lo sintió, es por eso que terminaron hablando sobre ello y ahí fue cuando los escuché.

—Y de qué sirvió si nunca hizo nada al respecto.

—Tranquilízate un poco, al menos ya sabes quien es tu hermana. — habló como si aquello importara muy poco.

—Escucha con atención, no me vuelvas a buscar, aléjate de mí y olvídate de perdirme otra de tus cosas estúpidas para molestar a mis amigos. — se levantó de la banca en la que estaba sentado. —Pero antes, quiero que me digas dónde puedo encontrar al imbécil de tu amigo Sunwoo.

—Tu cuñada sabe bien dónde encontrarlo. — respondió con aquella típica expresión que Yeosang tanto odiaba y lo hacía querer golpearlo para borrarle de una vez esa estúpida sonrisa burlona.

We'll see [Loona]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora