CAPÍTULO 41

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MODELO DEL AÑO
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Leanne

Dos semanas después...

—¿Te sientes nerviosa?

Lidia suelta otra pregunta y se aposta a mi lado mientras ella y su grupo de estilistas me arreglan el cabello.

—Tal vez, un poco —admito. 

—¿Es por el evento o por esa persona en la que ya estoy pensando?

—Ni siquiera estoy segura. Estoy un poco abrumada, es todo.

Sonríe mientras acomoda uno de mis mechones de pelo detrás de mi oreja.

—Te ves hermosa.

—Gracias.

Las estilistas terminan de arreglar mi pelo, de tal forma que este cae en cascada desde mis hombros hasta la altura de mi busto. Observo el escote del vestido que deja el valle de mis pechos expuestos, el molde del vestido es de corte sirena y resalta mucho más figura. 

Hoy, es el día en el que se llevan a cabo los Fashion Awards. Ha sido un poco estrepitoso entre estas últimas semanas tener que trabajar con Rebecca y soportar nuestra terrible comunicación. Es desastroso. Pero esta noche, solo quiero sentirme bien y dejar los problemas atrás, al menos por este rato.

Soy consciente de la magnitud que tiene un evento tan prestigiado como los Fashion Awards y no quiero arruinar una oportunidad cómo está. Estoy feliz con la nominación y con mi asistencia.

—Señorita —Mi guardaespaldas hace su aparición en la habitación—. La limusina ya está aquí, está esperándola.

—Dile al chofer que ya voy para allá.

Me dedica un asentimiento de cabeza y se retira.

—Vamos, sé que te llevarás ese premio a casa —Lidia me abraza—. Nadie ha trabajado como tú lo has hecho durante este año.

Sonrío.

—Eso espero —Le doy un beso en la mejilla a modo de saludo—. Te veo luego, cuídate.

También, saludo a las estilistas a las que les agradezco por su implacable trabajo y tomo el ascensor que se encarga de llevarme a la recepción del hotel que se sitúa en el centro de Londres. Cuando las puertas se abren en la recepción y avanzo hacia la salida, como era de esperarse, hay una oleada de personas justo en la salida; la prensa y mis seguidores.

—Señorita —mi guardaespaldas se acerca—, ¿quiere que salgamos por aquí o prefiere que utilicemos la puerta trasera?

—Salgamos por aquí, no hay problema.

Asiente y entonces, empuja la puerta y avanzo hacia el exterior. Los flashes de las cámaras me blindan el rostro y oigo unos cuantos cumplidos, también siento algunas manos tratando de alcanzarme y oigo los gritos de personas. Solo puedo tomar algunas manos porque mi equipo de seguridad no permite demasiados acercamientos, por lo tanto, antes de lograr meterme dentro de la limusina que me espera, le hago un gesto a modo de saludo a las personas que enloquecen, haciéndome soltar una risita.

Termino de meterme dentro del vehículo que arranca al instante y cruzo mis manos sobre mi regazo.

El viaje es un poco largo y me relajo un poco. Recuerdo que Rebecca me dijo que podríamos asistir juntas, pero le dije que no. Es lo que menos necesito en un momento tan importante como este, aunque, supongo que va asistir porque también fue invitada. De todas formas, le he dejado en claro que no estaré a su lado. Cierro los ojos durante unos minutos, dejando que estos se den un ligero descanso. Sin embargo, me sorprendo pensando en cierto abdomen, brazos musculosos, espalda tonificada y ojos azules.

Caricias ProhibidasWhere stories live. Discover now