David es un joven de 10 años que va empezar su viaje Pokémon para cumplir su sueño, el cuál es convertirse en un maestro Pokémon, para ello tendrá que superar la liga de su región natal Hoenn. Aunque esta aventura se volverá peligrosa cuando dos org...
El mundo Pokémon, un mundo donde habitan unas extrañas criaturas, con increíbles poderes, los cuales puedes llegar a vivir desde las profundidades del mar, como en las montañas, o en los cielos. Los humanos y los Pokémons viven en armonía ayudándose mutuamente, algunos humanos han dedicado su tiempo a estudiar a los Pokémons, otros trabajan codo con codo para proteger a los demás, y a otros que luchan junto con sus compañeros Pokémons en increíbles batallas o lucen su belleza en concursos. La aventura comienza en la región de Hoenn, en un pueblo llamado Villa Raíz, donde dos jóvenes acaban de cumplir los diez años, lo que les permite obtener su primer Pokémon y empezar su propia aventura.
En casa de David
El joven se encontraba durmiendo en su cuarto, mientras sus padres se habían levantado temprano ya que el padre del joven tenía que ir a trabajar.
-Sabes, se me hará vacía la casa cuando se vaya.-Comentó la madre de David, la cual era una mujer de apariencia joven, de tez blanca, pelo corto sin llegar a los hombres de color castaño, y ojos color marrones grisáceos, iba vestida con una camiseta naranja y una falda azul.
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-Siempre puedes venir al laboratorio, los Pokémons de ahí te adoran.-Le respondió con una sonrisa un hombre de tez blanca, pelo azulado, ojos grises, pantalones banqueros y una camisa blanca.
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-Puede que algún día me pase.-Le respondió con una sonrisa.-Pero antes habrá que despertar al dormilón de tú hijo.-Le advirtió, a la vez que le quitaba las tazas de café de la mano.
Con lo que asintiendo con la cabeza, el hombre se dirigió al cuarto de su hijo, donde pudo ver como el cuarto de su hijo había un escritorio pegado a la pared, encima de esta una estantería con libros, un par de postes de Pokémons, un armario, un mueble con cajones, y una cama donde se encontraba su hijo totalmente estirado junto con un Pikachu, el cuál era muy amigo de su hijo.
-David, hijo es hora de levantarse.-Le advirtió, mientras le movía un poco.
-¿Qué ocurre?-Preguntó el chico, a la vez que abría los ojos perezosamente, antes de abrirlos como platos al acordarse de algo.-Espera hoy es el día.-Dijo dando un saltó de la cama, al recordar que día era.-Vamos Pikachu, hoy es el gran día.-Le apremio David al Pokémon eléctrico, antes de salir corriendo.
