Pokémon Aventuras Por La Región De Hoenn

Capítulo 11: Una Nuevo Viaje Y Un Problema Eléctrico

Una vez que los cuatro jóvenes salieron de la ruta 110, fueron directamente al centro Pokémon, donde Annabeth y Maki se pusieron hablar con sus padres, para ver si la dejaban quedarse con ambos Pokémons, al igual que Owen hablaba con su hermana, y David se encontraba hablando con los suyos.

-¿Pero no entiendo por qué Nincada evolucionó en dos formas?-Le preguntó David a su padre, después de haberle mandado ambos Pokémons insecto.

-Eso se debe a que cuando Nincada evoluciona, deja atrás su antigua piel, llamada exuvia, pero aún se desconoce porque cobra vida, y por que lo hace si tienes un sitio en tu equipo.-Le explicó su padre.

Antes de seguir hablando pudieron ver como ambas hermanas se acercaban, y como Annabeth asentía con la cabeza.

-Papa, me puedes mandar a Plusle y Minum, para que se los pueda dar a Maki, como te había pedido.-Le pidió David, entendiendo que ambas hermanas habían hablado con sus padres ya, y las había dado permiso.

Haciendo caso a las peticiones de su hijo, Izuko le traspasó ambos Pokémons eléctricos a su hijo, el cual nada más recibirlos, David le dio las dos Poké balls a Maki, las cuales fueron liberados al momento por la niña. Donde ambos Pokémons se subieron cada uno a cada hombro de la niña.

-¿Qué Pokémons quieres que te mande, para completar tu equipo?-Le preguntó Izuko a su hijo, con una sonrisa al ver a la hermana pequeña de la amiga de su hija jugar con ambos Pokémons eléctricos.

-Me puedes pasar a Zubat, y a Taillow.-Le pidió, que le pasara a los Pokémons que había atrapado en la cueva Granito y en el bosque Petalia.

Con un asentimiento de cabeza, Izuko salió de pantalla para dirigirse afuera del laboratorio y así buscar a los Pokémons de su hijo. Una vez que Izuko le entregó ambos Pokémons, se despidieron del padre de David, y Owen se despidió de su hermana, donde después de haber recogido a sus Pokémons de la enfermera Joy, salieron del centro Pokémon, donde pudieron ver una extraña torre, que después de haber leído el cartel, pudieron ver que se trataba de una réplica de la torre Luminaria, en la región de Kalos. Dejando atrás aquella torre, los cuatro se metieron por un pasadizo por el lado derecho del centro Pokémon, donde al acercarse al Gimnasio, pudieron ver a un joven de pelo verde, tez clara, ojos grises, una camisa blanca y una chaqueta gris, y unos pantalones verdes pastel, el cual iba acompañado de un hombre mayor.

-Tío, yo también quiero probar el desafío de los gimnasios.-Escucharon hablar aquel joven chico.

-¿Estás seguro Blasco?-Le preguntó el hombre mayor, con una mirada algo preocupada.-Ya sabes que tu salud es muy delicada, para hacer un esfuerzo tan grande.-Le recordó.

-El señor Norman, me entrego a Ralts para que me ayudara con mi salud.-Le respondió.-Y sé que haciéndolo, sabré si tenía razón.-Le advirtió, sujetando en una de sus manos una Poké ball, a la altura de su pecho.

-Debemos apartarnos, estamos interrumpiendo el paso de estos jóvenes.-Le advirtió el hombre mayor, al haber visto como Owen y los demás, enfrente de ellos.

Cuando Blasco miro hacia el lado donde su tío miraba, pudo ver a David y a sus amigos. A lo que el joven se le ocurrió una idea.

-¿Alguno de vosotros lucharía contra mí?-Les preguntó Blasco, sin ni siquiera haberse presentado.

-Puedes contar conmigo.-Acepto el retó David.-Soy David, de Villa Raíz.-Se presentó el chico, dando un paso adelante.

-Yo soy Blanco, y soy de ciudad Petalia.-Fue el turno de presentarse del chico.

Una vez que los demás se presentaron, y como no podían realizar el combate dentro de la ciudad, Annabeth y los demás siguieron a Blasco y su tío a fuera de la ciudad. Donde al salir por la parte norte de la gran ciudad, pudieron ver un prado era el lugar perfecto para el combate.