David es un joven de 10 años que va empezar su viaje Pokémon para cumplir su sueño, el cuál es convertirse en un maestro Pokémon, para ello tendrá que superar la liga de su región natal Hoenn. Aunque esta aventura se volverá peligrosa cuando dos org...
Después de que tanto Jaime, como Patricia, y David, pudieron superar los demás combates de la liga, consiguiendo llegar hasta los octavos de final después de haber superado algunos combates completos, donde la mayor sorpresa, fue que el Vigoroth de David había evolucionado a Slaking. A pocas horas de que su combate de octavos empezará, David se encontraba hablando con su padre por el ordenador del centro Pokémon.
-Entonces, ¿no quieres hacer ningún cambio en tu equipo?-Le preguntó su padre, con curiosidad.
-Así es.-Respondió el chico.-Quiero que los Pokémons que me ayudaron a llegar a la liga, puedan tener la oportunidad de llegar a la final.-Reveló la decisión que había tomado.
-Esa es una muy buena elección.-Aceptó la decisión, que había tomado su hijo.
-¿Esta mamá por ahí?-Le preguntó con curiosidad, ya que las anteriores veces había estado junto con su padre.
-Estoy justo aquí.-Se pudo escuchar la voz de la mujer, pero esta no provenía de la computadora, sino de detrás del entrenador.
-Mamá.-Dijo emocionado el chico, al haberse girado y ver a su madre a poca distancia.
-Hola cielo.-Contestó esta con una sonrisa, antes de ver como el Pokémon eléctrico se lanzaba hacia ella.-Hola a ti también, Pikachu.-Saludó al Pokémon de su hijo, acariciando la cabeza de este, mientras Pikachu frotaba su moflete contra el de la mujer.
-¿Pero cómo?-Preguntó el chico, sin poder creerse que su madre estuviera aquí.
-Queríamos apoyarte aquí, y no solo por televisión.-Le explicó, con una sonrisa.-Pero tú padre no puede venir por su trabajo.-Le explicó.
-Así es.-Hablo el hombre mayor.-Pero con todos los Pokémons que has atrapado, y los que ahí en el laboratorio, no podía irme, aunque todos en el pueblo te vamos apoyar.-Le aseguró.
Después de despedirse y de desearle suerte, el padre de David corto la comunicación, reuniéndose con sus amigos para dirigirse al estadio, ya que le quedaba nada a David para su combate. Una vez que le desearon suerte, el joven entrenador de Villa Raíz se dirigió al estadio, donde al entrar pudo ver a un joven chico, de pelo cobrizo, tez clara, ojos azules, y vestía con una boina, una sudadera azulada, cubriendo una camiseta blanca, y unos pantalones negros.
-Y aquí tenemos el último combate de los octavos de final.-Anunció el comentarista, mientras ambos entrenadores se ponían en sus posiciones.-A quién le sonreirá la suerte, a Bruno Misawa, o a David Yagami.-Presentó a ambos entrenadores, mientras el campo de batalla hacia su aparición.-Y el campo de batalla es, de tipo tierra.-Reveló, viéndose un campo totalmente rocoso, con grandes montones de piedras.
-Parece que hemos llegado justo a tiempo.-Escucharon una voz femenina, los amigos y la madre de David.
-Hola Patricia, Jaime.-Saludó Annabeth, a ambos entrenadores.
-Así que vosotros sois los amigos y rivales de mi hijo.-Hablo la madre del chico, viendo en persona, a las personas de las que su hijo le había hablado, ganándose un asentimiento por parte de ambos.
-Ya empieza.-Advirtió emocionada Maki, deseando ver que Pokémons iban a elegir.
-Por favor, sacar a vuestro primer Pokémon.-Les pidió el árbitro.
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