Capítulo 22: Una Visita Meteorológica

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Una vez que todos los miembros del equipo Aqua se habían ido, los cuatro jóvenes y Máximo se dirigieron hacia Latios para poder revisar que se encontraba bien.

-Muchas gracias por vuestra ayuda.-Les agradecieron ambos Pokémons legendarios, una vez que habían terminado de atender al Pokémon Eón.

-No se merecen.-Contestó Annabeth con una sonrisa, antes de sentir como Latias se había avanzado hacia ella, y apoyaba la cabeza en su pecho.-¿Latias?-Preguntó confundida la chica, por ese comportamiento.

-Parece que quiere que la atrapes.-Aventuro a decir Máximo.

-¿Es eso cierto?-Preguntó Annabeth, acariciando la cabeza del Pokémon.

La cual asintió con la cabeza, a la vez que Latios se acercaba a David. Donde ambos entrenadores cogieron sus Poké balls, donde una vez que las activaron, se la lanzaron hacia ambos Pokémons Eón consiguiendo capturarlos, con una sonrisa y un asentimiento de cabeza, dejaron que ambos salieran de las Poké balls.

-Latios, aunque me gustaría que vinieras conmigo, pero sería mejor que puedas ser libre, e ir por donde te guste.-Hablo David con una sonrisa, mientras acariciaba la cabeza del Pokémon legendario.

-Siempre que me necesites estaré ahí.-Le aseguro Latios, estando dividido, ya que quería ir con él, por haber visto que era un humano diferente a lo que podía haber visto, pero estaba agradecido de poder seguir surcando los cielos.

-Latias, creo que tú también deberías ir con Latios.-Propuso Annabeth, no queriendo que ambos Pokémons se separarán.

Con gratitud por no tener que separarse de su hermano, con lo que una vez que ambos Pokémons legendarios se elevaron, para volar alrededor de los humanos, haciendo que sonrieran al ver ese comportamiento.

-Habéis tomado una decisión correcta.-Les avisó Máximo poniendo una de sus manos, en los hombros de ambos jóvenes, sabiendo que si se quedaban con ellos, serían blanco para cazadores o personas que quisieran hacerse con esos Pokémons.

-Mirad, ¿qué es eso?-Preguntó Maki, al ver que donde habían estado los Pokémons Eón, y ver que había un par de piedras, con un brillo especial.

-¿Son megapiedras?-Preguntó Owen, cuándo las cogió, y pudo observar ambas piedras.

-Así es, son la Latiosita y la Latiasita.-Informó Máximo, tras haber visto ambas piedras, deduciendo que eran de ambos Pokémons.-Creo que si dos Pokémons legendarios os han permitido capturarlos, y os han dado sus megapiedras.-Empezó hablar el campeón de Hoenn, a la vez que metía una de sus manos en su chaqueta.-Os daré una piedra activadora.-Les avisó, abriendo su mano, dejando ver tres piedras.-También hay una para ti Owen, ya que he visto que compartes su cariño por los Pokémons.-Le reveló al hermano de la líder de Gimnasio Petra.

-¿Estás seguro?, no son fáciles de encontrar.-Le preguntó Owen, sabiendo que un piedra activadora era muy difícil de encontrar, al igual las megapiedras.

-No os preocupéis, creo que os resultara de mucha ayuda.-Le restó importancia, mientras insistía para que las cogieran.

-Muchas gracias.-Agradecieron los tres, una vez que las tenían en sus manos.

-Id hacía ciudad Arborada, ahí podéis encontraros a un anciano que os podrá ayudaros con las piedras activadoras.-Les indicó lo que tenían que hacer, antes de dirigirse a la más pequeña del grupo.-Se que tú también quieres una, pero tienes que esperar a ser un poco más mayor.-Aseguró Máximo, al ver la cara de Maki.

-Claro.-Contestó recuperando su sonrisa.-¿Y cómo saldremos de aquí?-Preguntó con curiosidad.

-Estoy seguro de que Latios y Latias nos podrían ayudar.-Aseguró Annabeth, al ver como ambos Pokémons bajaban hacia ellos una vez más.

Pokémon Aventuras Por La Región De HoennWhere stories live. Discover now