Pokémon Aventuras Por La Región De Hoenn

Capítulo 33: El Combate Decisivo

Aunque David había cogido las dos Ultra balls que había usado, no apartó la mirada de aquel hombre, al igual que todos los demás, viendo como saltaba del helicóptero, y se quedaba a pocos metros del grupo que había luchado contra los Pokémons legendarios. Pudiendo ver que aquel misterioso hombre, tenía un gran parecido con Jaime.

-Padre, ¿qué haces aquí?-Preguntó Jaime, confundido por ver a su padre aquí, ya que el solo se encargaba de preparar a jóvenes entrenadores, que tuvieran un gran talento.

-Eso debería decírtelo yo.-Le respondió el hombre, mirando directamente a su hijo.-Sabes, me hiciste quedar muy mal, al marcharte así, y romper tu compromiso.-Le reprocho, su padre.

-Eso te pasa por haberme comprometido, con alguien que es totalmente diferente a mi.-Le respondió Jaime, sin dejarse intimidar.

-Lo que de verdad me interesa saber, ¿es cómo has conseguido un Pokémon, y te has hecho tan bueno, si yo te he mantenido alejado de los Pokémons?-Le preguntó su padre, con curiosidad.

-Aunque intentaste alejarme de ellos, por lo que le paso a mí madre, nunca dejé de pasar tiempo con ellos.-Le respondió, recordando como tenía que esperar a que su padre se fuera, para poder acercarse a los Pokémons que había cerca de su casa.-Y fue gracias al profesor Abedul, que pude obtener mi primer Pokémon.

-Bien, pues vamos a ver que tal has entrenado a tus Pokémons, con un combate de tres contra tres.-Le retó, con una sonrisa de superioridad.

-Está bien.-Aceptó Jaime, el combate, antes de mirar hacia atrás.-Por favor, quiero que no antevengáis, es un asunto entre mí padre y yo.-Les pidió a los líderes de Gimnasio, al alto Mando, a David y a los amigos de este.

-Como quieras.-Aceptó Máximo, sabiendo que los problemas familiares, son mejor solucionarlos uno mismo,  por lo que mirando a los miembros del alto Mando, les indicó que se marcharán, cosa que nadie noto.

-Muy bien, deja que tu padre te enseñe respeto.-Le advirtió su padre, sacando una Super ball.-Adelanté Claydol.-Llamó a un Pokémon, que se parecía mucho a un muñeco de arcilla.

-Bien, yo eligió a Flygon.-Eligió Jaime, a su Pokémon de tipo dragón/tierra, con forma de dragón y hormiga león.-Empecemos con cola dragón.-Le indicó, donde su Pokémon hizo que su cola se iluminará de un color verde brillante, antes de lanzarse contra Claydol.

-Bloquéalo usando giro rápido.-Le ordenó, donde el Pokémon tierra/psíquico, empezó a girar a gran velocidad, no sólo consiguiendo bloquear el ataque de Flygon, sino de hacerle retroceder.-Y remátalo usando, hiperrayo.-Cumpliendo esa orden, Claydol junto sus pequeños brazos, creando una esfera de energía naranja, de donde salió una poderosa ráfaga de energía.

-¡Flygon!-Llamo preocupado Jaime por su compañero, al ver cómo había recibido el ataque de lleno, pero aun así se estaba poniendo de pies, aunque con bastantes daños.-Flygon, ¿puedes seguir?-Le preguntó, recibiendo un asentimiento por parte de este, a la vez que se elevaba un poco más.-Bien, pues esa garra dragón, ahora que no se puede mover.-Le indicó, a lo que Flygon se lanzó a gran velocidad mientras un aura verdosa envolvía sus manos.

-Vamos Claydol, esquívalo.-Ordenó el hombre mayor, pero Flygon fue más rápido y pudo golpearlo, antes de que se recuperara del todo.-Parece que los datos que me dieron de ti eran ciertos, tienes un gran potencial, pero no me vencerás, ni harás que todo lo que he planeado se vea frustrado.-Le advirtió, antes de ver como su Pokémon se ponía en pie una vez más.

-Parece, que Jaime le ha podido dar la vuelta.-Comentó Annabeth, viendo como Claydol había caído al suelo, pero no había quedado fuera de combate.

-Puede ser, pero el combate aún no ha terminado, y puede pasar cualquier cosa.-Contestó Owen, sabiendo que en un combate podría pasar cualquier cosa.