Pokémon Aventuras Por La Región De Hoenn

Capítulo 30: Los Tres Regis

Una vez que David terminó de contactar con Owen, intentó hacerlo con Annabeth y Maki, pero no tuvo mucha suerte. Donde antes de entrar a una tormenta de arena, se detuvo en un Centro Pokémon para mandarle a su padre, uno de los Pokémons que le había mandado, más el que le había entregado Máximo.

-David, nos encontramos sobre el desierto de la ruta 111.-Advirtió Latios al joven entrenador, nada más se adentraron un poco en el desierto.

-¿Puedes ver algo diferente?-Preguntó David, sabiendo que el Pokémon Eón al haber recorrido la región, podría saber si había algo extraño.

-No puedo ver mucho.-Respondió este, antes de mirar hacia un lado, y ver como en un montículo había un enorme agujero. -Eso es raro.-Anunció, antes de lanzarse hacia ahí.

Cuando Latios se detuvo cerca del sitio, donde David junto con Pikachu saltaron del Pokémon legendario para dirigirse con rapidez dentro de la cueva, donde al entrar pudieron ver una gran sala con algo de arena en el suelo, y donde en la pared del fondo pudieron ver símbolos braille.

-Genial, otro acertijo.-Se quejo David al ver lo que tenía enfrente, haciendo que Pikachu frotase su cara con la del chico para darle ánimos.-Gracias colega.-Agradeció el gesto, antes de usar su SmartRotom para traducir lo que ponía

-Según la inscripción, "derecha, derecha, abajo, abajo, y por último fuerza".-Tradujo el SmartRotom.

Tras pensar en aquellas palabras, David pensó que no podía ser tan fácil, a lo que el entrenador siguió las indicaciones le había dado su SmartRotom, para después sacar a su Mightyena, para pedirle que usar el movimiento fuerza que le había ayudado aprender antes de evolucionar. Una vez que el Pokémon siniestro uso el ataque, se pudo ver como justo donde estaba la inscripción se abría un nuevo agujero que conducía a otra sala. Donde al entrar en la segunda sala, pudieron ver un Pokémon con forma de golem hecho de piedra, él cual nada más sentir la presencia del entrenador, soltó un poderoso rugido.

-Adelante Sceptile.-Llamó a su Pokémon de tipo planta, sabiendo que de los Pokémons que llevaba, era el que más posibilidades tenía.-Usa hoja aguda.-Le pidió, donde el Pokémon de tipo planta hizo alargar las hojas de sus brazos, para después lanzarse contra el Pokémon legendario.

Al ver como Sceptile se acercaba, Regirock hizo aparecer un montón de rocas, las cuales lanzó contra Sceptile, provocando que este parase en seco, pero aun así fue golpeado por una de las rocas.

-Sceptile, ¿te encuentras bien?-Le preguntó David a su compañero, el cual solo asintió mientras se ponía en pie.-Bien, usa agilidad.-Le indicó, donde éste empezó a moverse a gran velocidad, aumentando así también su velocidad.-Y ahora vamos con recurrente, y luego hoja aguda.-Esta vez Sceptile disparo una oleada de semillas, provocando una cortina de humo, donde rápidamente el Pokémon planta volvió hacer crecer las hojas de sus brazos antes de meterse en el humo.

Cuando el humo se disipó, se pudo ver como el Pokémon legendario sólo tenía unos rasguños, pero nada grave, aunque al momento se pudo ver como este flaqueaba un poco, provocando que este apoyará una rodilla en el suelo.

-Adelante Ultra ball.-Lanzando una Poké ball con la parte superior negra con una "h" de color amarilla, la cual después de un momento está dejo de moverse.-Vaya, no ha sido tan difícil como esperaba.-Comentó David, acercándose para recogerla.-Gracias por tu ayuda Sceptile, ahora descansa un poco.-Le agradeció antes de devolverle a su Poké ball.

Ahora que tenía a uno de los Regis, David salió de la cueva a la tormenta del desierto, donde pudo encontrar a Latios.

-Parece que has tenido suerte.-Hablo Latios, tras verlo salir de la cueva.