FATE: El viaje de un dragón

Capítulo 60: Revancha (II)

Haruki sonrió cuando se encontró en el mismo bosque donde todo comenzó, ahora enfrentándose a Medusa. Shinji se acobardó detrás de su sirviente, ya imaginando la lanza de Haruki empalando su pecho.

"No interfieras", ordenó Haruki al trío de sirvientes. Medusa todavía podría darle algunos problemas, pero la victoria le pertenecería de todos modos. Era una simple verdad, no arrogancia.

"Sin embargo, lo harán", replicó Arch. "Medea lo hará incluso si te vuelve loco".

Todos le dieron a Haruki y Medusa el espacio que necesitaban.

Medusa se inclinó hacia adelante y tocó el suelo. Ella desapareció de su vista. Haruki se volvió rápidamente y bloqueó la patada explosiva de Medusa con su lanza. Ella todavía lo empujó un par de pasos hacia atrás. Su habilidad de Fuerza Monstruosa aumentó temporalmente su parámetro de fuerza a B-Rank, dándole una ventaja sobre Haruki.

"Seré aplastado si confío en mi vista para luchar".

Elevó su fuerza a cerca del rango B a través del refuerzo. Medusa desapareció de nuevo y maniobró a su alrededor, dejando varias imágenes posteriores en su rastro. Cada apertura que tenía, lo atacaba. El honor y la caballería no significaban nada para el monstruo de las leyendas. Ella lo apuntó desde todas las direcciones, lanzando sus dagas a sus puntos débiles como un asesino. Al mismo tiempo, ella consideró su reacción a sus ataques y agregó algunos desmayos aquí y allá.

"Te mataré suavemente", susurró detrás de él y le da la espalda.

Su espalda reforzada se comó todo el peso de su rodilla. Se tambaleó unos pasos antes de recuperar el equilibrio.

Para cuando se dio la vuelta, Medusa había desaparecido en el velo del denso bosque. Se lanzó de árbol en árbol, creando una red de cadenas que se extendían desde su cabello. Su experiencia superior lo empujó a una esquina, o eso parecía desde la perspectiva de Semiramis.

Estaban enredados en un furioso torbellino de golpes. Los arcos violetas chocaron con el rosa mientras la fluidez de serpiente de Medusa chocaba con los precisos golpes de lanza de Haruki. El incesante ruido de metal sobre metal resonó en todo el bosque, asustando a todas las demás formas de vida, incluidos los familiares de Semiramis.

"Él está perdiendo", dijo Semiramis mientras se volvía hacia Medea. "Todavía estoy sorprendido de que mi maestro pueda seguir el día con Rider. Ella es más fuerte que yo".

"Estás equivocado", dijo Artoria, con los ojos impasibles de la ardiente batalla de Haruki y Medea. "El Maestro está a la defensiva a propósito".

Medea asintió. "No ha usado su carta de triunfo".

"La verdad estaba lejos de mi observación". Semiramis puso una expresión seria mientras miraba a Shinji. "Ese niño está destinado a perecer aquí hoy. No debería haber enojado a mi maestro".

"¿Qué hizo?" Artoria preguntó, despistado sobre el odio de Haruki hacia Shinji. "¿Puedes llenarme?"

Medea le contó a Artoria todo lo que sabía sobre el pasado de Shinji.

Mientras tanto, Medusa luchó por poner un rasguño en Haruki. Sus dagas en realidad no podían perforar el cuerpo reforzado de Haruki. Haruki bloqueó cada ataque dirigido a sus puntos débiles como si pudiera prever sus ataques. Por otra parte, esperaba que un "monstruo" como ella fuera tan formidable.

"Soy inferior a los demás", admitió Medusa. "Me deleitaré con tu sangre para recuperar mi fuerza".

Se preguntó por qué lo provocó cuando su expresión tranquila no se había estremecido desde el comienzo de la batalla. Tal vez ella solo quería aumentar su malestar.