Cap 39

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18 DE ENERO
23:42 PM
MIAMI, FL.

El corazón y el cerebro, dos órganos que tienen una relación muy particular. Ambos vitales aunque uno de ellos es irreemplazable. Es curioso cómo le atribuimos características de uno al otro, decimos que nuestras emociones vienen del corazón cuando en realidad es el cerebro el que trabaja para ello. Tal vez solo es el cerebro buscando culpar a otro órgano por nuestros errores más comunes, la diferencia entre elegir con el corazón y hacerlo con el cerebro. Por ejemplo, yo elegí con el corazón cuando le confesé a Lauren lo que sentía y también cuando le pedí que no se fuera de mi lado. Me considero una persona esclava del corazón en toda regla, lo opuesto a Lauren quien es un cerebro andante. Desde luego las excepciones existen: en mi caso es cuando estoy en una misión que todos mis pasos están fríamente calculados, cuando hablamos de Lauren supongo que es un poco más difícil determinar qué fibras sensibles tocar para provocar que deje a su enorme corazón gobernar sus acciones. Sé que su padre había sido una debilidad siempre pero he visto que lo ha estado llevando bastante bien desde que fue con Joe, aparentemente tiene ese instinto de protección que me gusta pensar que también viene de su corazón.
Me temo que me he ido de tema, suele pasarme cuando se trata de ella y últimamente todo lo hace. Hablábamos de las decisiones que atribuimos al corazón y al cerebro, nuestros impulsos y las cosas que pensamos con calma, el deseo y los planes, el amor y la inteligencia. Debo admitir que no todas las decisiones que tomamos con el corazón son erróneas y no todas las que tomamos con el cerebro son certeras. No sé a qué punto quiero llegar, solo soy una mente solitaria tratando de divagar para lograr olvidar la enorme sensación de peligro que experimento en estos momentos. Porque hoy había elegido con mi corazón y es por eso que, llena de ira, me encontraba en ese momento golpeando fuertemente las grandes puertas de aquella mansión la cual juré nunca volver a poner un pie en su interior. Hacemos cosas estúpidas por amor, supongo.

No había olvidado el sudor frío que me generaba acercarme a este lugar, el solo ver los grandes portones hacía que mi estómago se retorciera dándome náuseas pero siendo incapaz de vomitar. Aún saboreo el miedo en mi boca cuando escucho su enfermiza risa dentro de mi cabeza y mi memoria no me deja olvidar cómo se sentían sus dedos ásperos recorriendo mi cuerpo con tan poca delicadeza. Respiro pesadamente mientras veo la puerta abrirse y a esos dos guardias verme con una ceja levantada, me recordaban y podía notar, por la forma en la que colocaron sus manos inmediatamente sobre sus armas, que tenían órdenes de no dejarme pasar. Cualquier otro día habría agradecido eso, habría huido hasta que mis piernas ya no pudieran más y jamás habría vuelto, pero hoy no tenía otra opción más que enfrentar a mis demonios.

El tiempo lo tenía contado así que, en cuanto noté que no planeaban decir palabra alguna, rápidamente saqué mi arma para dispararles en el cuello. Ni siquiera lo vieron venir. Ser lacayos de un hombre tan "polémico" podría conducirlos a la muerte, ellos lo sabían y aún así elegían trabajar para él. Supongo que hoy era el día de suerte de ambos porque le abrieron la puerta a una Camila Cabello que trataba de ser mejor persona, ambos cayeron dormidos gracias a los dardos tranquilizantes que fabricó Shawn para Lauren en su momento. Alcé la mano en un puño sabiendo lo que eso significaba y, mirando directamente a la cámara donde seguramente se hallaba un idiota de seguridad, levanté el dedo medio. Iba por ese bastardo y quería que lo supiera. Así que la alarma silenciosa estaba activada y todos ahora saben que hay un intruso en la casa pero, para ese momento, Shawn ya debió haber hackeado las cámaras apagándolas por completo e interfiriendo con el cierre de seguridad de la casa. Ahora debía usar mi cerebro, jugar bien mis cartas para no ser atravesada por ninguna bala. Venía preparada para ello así que no fue ningún esfuerzo camuflarme con la oscuridad que me brindaba esa luna nueva en el cielo, el infierno se desataría esa misma noche y yo sería la única en pie al terminar con este apocalipsis.

Perfect two - CAMRENTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang