ιι. ❝нarry ѕтyleѕ.❞

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Luego de que un incómodo silencio se proyectara entre nosotros, el director me dio mi horario y la clave de mi casillero, además me dijo que ya podía irme, a lo que respondí con movimientos rápidos —tal vez exageradamente rápidos que probablemente podían ser tomados como insolentes—. Aunque me despedí con un saludo cordial, intentando revertir de algún modo mí irreverencia anterior.

Salí de ahí con el horario en la mano y mientras lo analizaba, intentando memorizar algunas clases para no traerlo siempre conmigo, la primera clase era Matemática. Hice una mueca al verlo, matemática era probablemente la materia que menos me gustaba... además de deporte y biología.

Seguí caminando escalera abajo, ya iba a pasar a las escaleras que dejaban bajar del segundo piso al primero cuando un timbre suena, alertando a todos los alumnos y, más o menos, diciéndoles que fueran a buscar sus cosas a los casilleros. No le preste mucha importancia, hasta que me vi apresurado por las escaleras en cuanto los demás alumnos comenzaron a bajar para hacer lo mismo que yo.

Era un mar de gente, sinceramente nada agradable podía salir de ser el primero entre estos.

Estaba demasiado concentrado evitando dar pasos en falso mientras me empujaban y decían cosas como: «¡Muévete más rápido, imbécil!» «¡Mierda! ¿Te podrías apresurar?». Y mi buena impresión no duró mucho. Caminar con cuidado mientras te empujan no es una de las mejores cosas del mundo, al menos cuando caí fue cerca del suelo, no hubiese sido gracioso rodar por la escalera.

Me golpee con fuerza un costado, aunque probablemente nada se me había roto, pero me quedé hecho bolita en el suelo mientras los demás pasaban de mí, como si no estuviera.

Un suspiro salió de mis labios al ver que ya nadie más estaba ahí y quite mis manos de mi rostro. De pronto quise tapármela de nuevo. Porque ahí estaba un chico que, se veía, estaba a punto de hablar.


—¿Estás bien? —preguntó. En su rostro había preocupación visible, sus ojos azules lo demostraban claramente, lo que me hizo sonreír tan sólo un poco. Al menos alguien no pasaba de mí. Y no es que ame la atención, es que caerse de la escalera tal vez no es tan lindo como se lo imaginan.


Asentí con la cabeza y él me tendió una de sus manos para ayudar a que me levantara. Tomé su mano y me levante. Su tacto era cálido, tanto como sus ojos.

Lo reconocí al instante en que me fije en su vestimenta como el chico con el que se supone no me debería acercar y era mala influencia.

Me había dicho una sola frase y me daba cuenta de que era una gran mentira. Si así fuera, en vez de ayudarme seguramente me hubiera pisado el estómago.

Solté su mano en tanto me puse de pie.


—Gracias por ayudarme —murmuré, con una sonrisa algo tímida en el rostro.

—No es nad...

—¡Tomlinson! Intentando hacerte amigo del niño nuevo, ¿eh? —un chico lo interrumpió, estaba acompañado con el sobrino del director y otros dos chicos bastante altos, aunque no bastante más que yo.


Me sentí ofendido de que me dijeran niño cuando probablemente ellos tenían mi misma edad, aunque me quedé callado. No iba a caerme de la escalera y terminar en detención por participar de una pelea el mismo día.

El chico apellidado Tomlinson rodó los ojos. Su sonrisa se había esfumado y estaba claramente molesto.


—Te dije que no te le acercaras, sólo trae problemas. Ya te enterarás de por qué nadie lo quiere —me dijo Malik.


puzzle; nouis.Where stories live. Discover now