XXXI. ❝Cita.❞ [Parte I]

1.3K 160 35
                                    

Los días pasaron muy, muy rápido y la suspensión se alargó un día más gracias a que el viernes había consejo de profesores y esas cosas.

Greg se enteró de lo que había pasado y se tomó el tiempo de hablar conmigo y preguntarme por qué le había pegado a ese chico. Yo le dije que había estado golpeando y amenazando a un amigo —sí le decía al chico que me gusta, probablemente mi hermano le diría a mi madre y me mandarían a China, como exiliado. Mi madre es homofóbica, nada que hacerle, por desgracia—, entonces yo lo golpee para que lo dejara en paz. Greg me amenazó con decirle a mamá la situación si es que no era su mucama y niñera por dos días, como cuando éramos más pequeños. Y tuve que aceptar porque si mamá se enteraba de eso probablemente me cancelaría su tarjeta de crédito y tendría que vivir a base de mis ganancias los días sábados y domingos.

Llevé a Harry conmigo. Greg ya lo conocía y se llevaba muy bien con Theo, por lo que él me ayudaba a cuidarlo mientras yo hacía el aseo en la casa de mi hermano.

No diré que no extrañé a Louis, porque sería una vil mentira, pero al menos los mensajes de texto siempre ayudaban.

Ese viernes, para nuestra cita, me había vestido casual, con una camisa, unos skinny jeans negros y unas Converse negras también.

Guardé mi billetera en mi cálido abrigo y también dejé mi celular ahí, para tomar el ramo de flores que le había comprado a Louis ese mismo día sólo unas horas antes, para luego salir de mi departamento con intención de ir por Louis para así dar comienzo a nuestra cita.

Realmente esperaba que todo saliera bien.

Comencé a caminar con una de mis manos enguantadas en mi bolsillo y la otra sujetando con fuerza el hermoso ramo de flores variadas que había comprado, sabiendo —bueno, suponiendo— que a Louis le gustarían.

Varios minutos después llegué a los barrios más adinerados de la ciudad, quiero decir a donde se encuentran las casas más bonitas, no es que yo esté viviendo al filo de la pobreza... aunque así estaría si mi madre cancelara su tarjeta. Bueno, eso no es de importancia.

Busqué la casa de Louis entre las otras similares y sonreí al encontrarla, me acerqué a la puerta, tomando aire antes de tocar dos veces con los nudillos enguatados.

La madre de Louis fue quien abrió la puerta, con una gran sonrisa en el rostro. Pude notar un escalofrío recorrerla por el frío de afuera en contraste a una casa con chimenea.


—Hola, Niall. Louis está casi listo. —Me avisó ella, haciéndose a un lado de la entrada para dejarme pasar y luego cerrar la puerta.

—Hola, Jay —saludé también, sintiendo el calor que hacía dentro de esa casa.


Su sonrisa se amplió más cuando vio el ramo de flores que traía.

—A Louis le van a encantar —confirmó ella, refiriéndose a las flores y yo me sonrojé un poco, aunque estaba algo aliviado.

—Eso espero —murmuré, sintiendo ligeramente incómodo con esa situación.


Al menos las niñas no estaban por ahí, eso sí que sería vergonzoso.

Me distraje pensando que tal vez era muy tarde para las menores y las otras dos estaban en sus habitaciones.

Fueron pocos minutos después cuando vi a Louis bajar por las escaleras. Creo que me quedé viéndolo como bobo mucho más tiempo de lo necesario. Pero me fue imposible evitarlo, se veía muy lindo con unas zapatillas Vans y una camisa negra, mientras se ponía un abrigo de apariencia... abrigadora, aunque suene repetitivo.

puzzle; nouis.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant