puzzle; nouis.

XIX. ❝Linda mañana.❞

Zayn.

Los fuertes brazos de mi novio me envolvían con cariño y su cuerpo desnudo estaba completamente pegado al mío, vestido por la fina tela de unos bóxers azules.

Había sufrido de insomnio esa noche, todo mi plan se estaba yendo abajo por ese rubio.

Sí, los había visto irse juntos, y me molestó demasiado. Tengo mis razones para odiar a Louis y ni siquiera Liam las sabe.

Además de todo lo malo, había tenido una de esas terribles y continuas pesadillas cuando por fin había logrado conciliar el sueño. Siempre era lo mismo.

Un pequeño sollozo salió de mis labios al recordarlo y mis ojos se aguaron. Los cerré, intentándolo contener las lágrimas que indudablemente se deslizaban por mis mejillas, haciendo que éstas se encontraran mojadas en unos pocos segundos. No pude evitarlo, había estado ensayando un tiempo esto de controlar los sollozos para no despertar a Liam. Pero ahora ahí estaba él, con los ojos abiertos y estrechándome con más fuerza contra sus brazos.

—Cariño, tranquilo, fue otra pesadilla —consoló él. Era la típica frase que usaba cuando lo despertaba y estaba con los ojos llenos de lágrimas. Era su frase matutina, se podría decir y eso me molestaba demasiado.

¿No podía ya superar esa etapa de mi vida y dejar de escuchar esa frase en vez de un "Buenos días, mi amor"? Al parecer, aún no.

Me apegué más a él, sin intención de seguir llorando por la misma mierda, pero simplemente dolía. Dolía demasiado aún.

—Ya pasó, Zaynie, estás bien, estás conmigo —susurró con su dulce voz cerca de mi oreja, haciendo que sintiera su cálido aliento contra el lado izquierdo de mi rostro en contraste al frío que inundaba Doncaster en los fríos días de otoño.

Acarició suavemente mi espalda desnuda y un escalofrío recorrió mi cuerpo, ¿a quién más que a mi se le ocurría dormir así cuando tuve la posibilidad de ponerme la ropa de Liam?

—¿Soñaste lo mismo? —me preguntó con delicadeza a lo que yo asentí con la cabeza levemente.

«Lo mismo» para él, significaba algo distinto que para mí.

Siempre fui vengativo. Desde que era un pequeño niño y cuando alguien me quitaba el lápiz grafito yo le quitaba todos sus cuadernos. Así era yo, traté de cambiar, pero eso estaba en mis venas.

—Louis ya no te hará más daño, amor —murmuró mi novio.

Mis ojos se volvieron a inundar en lágrimas. No eran lágrimas de pena, eran de furia.

Odiaba con toda mi alma a Louis Tomlinson y estaba haciendo todo lo que podía para hacer su vida miserable como lo había hecho conmigo, aunque sin saberlo.

Y no iba a permitir que un estúpido niño de cabello teñido se interpusiera en eso.

La vida de Louis Tomlinson seguiría siendo miserable mientras yo pudiera cerciorarme de que así fuera.

Niall.