puzzle; nouis.

XXX. ❝Lindos juntos.❞

Mi sonrisa se amplió aún más y me acerqué a Louis lo suficiente como para darle un beso en los labios, a lo que él respondió en seguida mientras entrelazaba los dedos de nuestras manos tomadas.

Se sentía bastante emocionante que Louis haya confesado su atracción hacía mí, aunque sí que era obvia. Quiero decir, él no me besaría ni me tomaría de la mano si no sintiera algo más que amistad... ¿No es así?

El suave beso se alargó unos cuantos segundos más. La presión de los finos labios del castaño contra los míos se sentía bien, casi hacía que me olvidara que estábamos en un centro comercial y probablemente llamando la atención de muchas personas que estuvieran caminando por ahí.

Cuando finalmente nos separamos —y no estaba feliz con eso— vi a Louis con la mirada baja, no exactamente por vergüenza.

Miré también lo que él estaba observando.

Era una niña rubia de al menos cinco años.

Ella era rubia natural a diferencia mía.

—¿Son novios? —sus ojos verdes se abrieron un poco más y su sonrisa era muy linda y tierna.

—No, pequeña, no somos novios —negó Louis varias veces con la cabeza.

Ella pareció casi decepcionada.

—Pero si son muy lindos juntos —la pequeña rubia dio un brinco en su lugar, sin dejar su radiante sonrisa.

Reí levemente por su comentario.

—Ash, tenemos que irnos ahora —una mujer de unos treinta años apareció con una bolsa con golosinas y tomó la mano de la niña mientras le daba la bolsa.

—¡Mira, mami! ¡Ellos son mis amigos! —la pequeña, de apodo Ash y nombre Ashley, supongo yo, nos miró mientras tomaba algunos malvadiscos de su bolsa y comía.

—Lo siento si los molestó —se disculpó la madre, con una pequeña sonrisa en los labios.

—No se preocupe, señora, la verdad es que es una niña muy tierna —comentó Louis, a lo que yo sólo asentí.

La madre de la rubia asintió y se despidió, tirando suavemente de la mano de la niña mientras ella se despedía como podía con sus dos manos ocupadas.

Me sorprendía un poco que la gente en esta ciudad se tomara tan bien esto de la homosexualidad, quiero decir, al menos no te dicen cosas horribles y simplemente siguen con su vida cuando ven a una pareja homosexual tomada de la mano.

—Al parecer sí hacemos linda pareja —murmuró Louis, más en un pensamiento vago para sí mismo que para mí.

—Sí, supongo que así es —asentí yo.

Yo realmente estaba intentando idear algún tipo de plan para pedirle que fuera mí novio.

Supongo que tendría que recurrir a un cliché, como una cita en un restaurante o algo así.

No, los clichés son clichés por algo y quiero que sea especial no típico... o al menos no tan trillado como un restaurante.

Tal vez ya se me ocurriría algo.

Louis había ofrecido llevarme a mi departamento y yo acepté obviamente.