puzzle; nouis.

vιι. ❝propυeѕтa.❞

Los dos nos encontrábamos caminando y hablando sobre música, específicamente sobre la canción All About Us. Y sí, probablemente parecíamos chicas en ese momento, hablando de una canción romántica.

En cuando entramos al establecimiento para ir a los casilleros, todo el mundo se calló. Siempre que Louis entraba a un lugar todo el mundo se quedaba mudo, como si pensaran que cualquier cosa que dijeran haría enojar a Louis y este les propinaría un golpe mortal. Aunque tal vez y sólo tal vez yo también pensaba eso.

Pero el silencio perduró y perduró mientras caminábamos silenciosamente por los inmaculados pasillos —en los que ya no había ni rastros de vómito de Maggie White—. Las zapatillas de Louis chillaban contra la baldosa y lo miré de reojo; se sentía avergonzado. Lo sabía porque había bajado la cabeza y la capucha de su chaqueta le ocultaba el cabello en su totalidad, tal vez era también porque no le gustaba mucho llamar la atención, eso era lo más probable.

Tomé mucho, mucho aire, hasta inflar completamente mi pecho mientras seguíamos caminando. Todos siguieron estáticos, inmóviles por unos segundos más y yo no podía sentirme de otra manera que idiota.

Idiota porque estaba caminando y, hace segundos atrás hablado animadamente, con Louis Tomlinson. Porque había cantado mi canción favorita con Louis Tomlinson. Y porque, según todos, Louis Tomlinson era un abusador. Y estaba riendo, cantando y hablando con un tipo que había golpeado a alguien. Tal vez a más que una persona. Tal vez a docenas.

Un nudo se formó justo en medio de mi estómago. Quería salir corriendo de ahí, de su lado. Ahora mismo.

Pero no lo hice. No lo hice porque sería muy mal visto de mi parte. No lo hice porque había algo en él que seguía sin comprender. Y, sobre todo, no lo hice porque su compañía se me estaba haciendo agradable.

Tomé los auriculares, guardándolos en mis jeans y comencé a caminar un poco más rápido. Louis me siguió el paso.

Todos volvieron a lo que estaban haciendo antes, pero estaba seguro de que más de uno estaba hablando sobre yo y Louis caminando a menos de un metro de distancia.

Llegué a mi casillero y me dispuse a abrirlo, sentí unos pequeños golpes en mi hombro derecho y me voltee hacia Louis.

—Fue agradable cantar contigo —su sonrisa reapareció en sus labios, haciendo que unas pequeñas arrugas aparecieran en los costados de sus ojos.

—Claro que lo fue —le sonreí de vuelta y volví la mirada al casillero, sacando de la mochila un libro de Historia, mi cuaderno y el estuche azul en donde guardaba todos mis lápices.

—Nos vemos en el almuerzo —me dijo, antes de dar un cuarto de vuelta e irse a otra dirección, supuse que a su casillero también.

Solté el aire que no sabía que había estado reteniendo desde hace unos segundos. Mis pulmones de vaciaron y mi corazón dejó de correr al instante. Me sentía aliviado de alguna manera. Y a la vez me sentí mal por pensar de esa manera.

¿Louis Tomlinson me acaba de invitar a almorzar? Bueno, mejor dicho acaba de casi darme la orden de almorzar con él, pero de cierta forma era una invitación.

Me mordí el labio inferior y cerré el casillero con el codo, ya que tenía las manos ocupadas cargando las cosas que necesitaría para Historia.

Caminé hacia el salón. Harry me había enseñado que era bastante fácil prevenir caídas en las escaleras gracias a los empujones, simplemente tenías que llegar antes que todos al salón.

La espera no fue tan larga como creí, o tal vez a mí se me hizo bastante corta porque me la pasé mensajeando con Harry sobre estupideces.

Por obvias razones no le conté sobre mi grato encuentro con Louis Tomlinson. Si le contaba, probablemente se volvería completamente loco y vendría en su bonito pijama de ositos a la secundaria a golpearme y sermonearme.

La clase pasó realmente rápida, algo sorprendente para ser Historia, ya que no era una se mis materias favoritas.

Salí a cambiar mis cuadernos y me pareció bastante sorprendente ver a Louis recargado contra mi casillero.

—Hey —me saludó él, quitándose de mi casillero para que pudiera abrirlo y meter mis cosas dentro, lo que hice segundos después.

Tragué saliva con fuerza antes de contestarle.

—He-ey —me pude haber golpeado ahí mismo por el estúpido tartamudeo.

—Venía a hacer una propuesta.

—¿Una propuesta? —fruncí el ceño, mirándolo con algo de mi curiosidad habitual.

—Sí, una propuesta —sonrió él, algo divertido.

No me gustaba mucho cómo sonaba la palabra "propuesta" dicha por alguien con una reputación tan mala como la de él.

—Claro, ¿cuál? —pregunté yo, cerrando mi casillero y apoyándome sobre él, como hace unos momentos el castaño se encontraba.

—Promete que dirás que sí —insistió él.

Y si no hubiese sido por mi curiosidad...

—Vale, ahora dime.

—Vamos a comer algo.

Casi suelto una carcajada y él obviamente tuvo la reacción contraria porque un llamativo color rojizo apareció en sus mejillas bronceadas.

—Tanto misterio para decirme eso.

Aunque sabía que su duda se debía a que él tenía en cuenta de todas las historias que se contaban sobre él... o sobre una versión agresiva de él, no de esa versión que canta canciones románticas con chicos que no tienen a su mejor amigo cerca como para gritatle que se aleje de él.

—Genial, vamos —me dijo e hizo un ademán de comenzar a caminar.

Lo detuve tomándolo del brazo, el que solté bruscamente.

A veces sí soy inoportuno.

—Tengo clases —hice una mueca, aunque la verdad es que era obvio, y él también debería tener clases.

—Lo sé, Niall, yo también —no logró ocultár su tono de diversión.

Me demoré unos cuantos segundos en darme cuenta de que por alguna razón que yo desconocía, él sabía mi nombre.

Así que pregunté en acción retardada.

—¿Cómo sabes mi nombre?

—Los rumores que hay sobre ti...

Oh...

Me quedé callado. Él sabía de esos rumores.

—Vamos ya —exigí yo, solamente para que no habláramos de ese tema.

Palmee el bolsillo derecho de mis jeans buscando mi teléfono y sentí alivio, tanto que mis músculos se relajaron.

Ahora, sí Louis me hacía algo podía llamar a alguien.

Louis también caminó, con paso rápido alcanzándome en algunos segundos.

Yo seguía completamente avergonzado de que Louis había escuchado los rumores que decían que yo sentía cierta y casi nula atracción hacia él.

En ese mismo momento, una pregunta cruzó por mi mente.

Si Louis no mantenía contacto con nadie porque todo el mundo tenía miedo de recibir una paliza, ¿entonces cómo rayos lo supo?

•••

「N/A: Está muy cortito, sí, y lo siento mucho por eso, pero algo es algo y no quise alargarlo más, no por flojera, sino para que no fuera tedioso de leer. ¡Muchas gracias a todas por leer este fic!」