Capítulo 56: Duda y esperanza

47 17 3
                                    

Sora Naegino y Maksim Litvochenko, junto a sus acompañantes, arribaron a París para afrontar, de nueva cuenta, aquel famoso festival francés. Llegaron de día y faltaban cuatro días para que dicha justa se llevara a cabo. Como era de esperarse, tanto Dunya, como Gabrielle, iban junto a ellos. Los artistas no estaban representando a Kaleido o a Las Estrellas de Moscú, sino que iban como independientes. De hecho, por vez primera el escenario Kaleido no tenía representante alguno en aquel festival y eso si era bastante extraño para lo que acostumbraban año con año. Incluso la última pareja campeona fue la conformada por Carly Biles y su hermano Edward Biles. Muchos pensarían que Denisse Danvers hubiese sido la campeona en pareja con alguien más, sin embargo, ella no acostumbraba a participar en dicho festival y por tal motivo los hermanos Biles se llevaron la gloria en tiempos pasados. No obstante, ahora era diferente pues Sora había regresado y no sólo ella, también los Safoskin y, ciertamente, ningún otro acróbata o pareja de acróbatas tenía oportunidad ante ellos; por tal motivo, Kalos optó por no participar y simplemente disfrutar de lo que estaba por venir.

—Sora, ¿cómo te sientes de estar en este lugar después de tantos años? —Preguntó Gabrielle.

—No lo negaré, siempre existirá ese nervio antes de subir a cada escenario y este festival me dejó marcada desde hace muchos años. No obstante, es algo que no me quita el sueño. Lo verdaderamente relevante es que vamos a vernos las caras ante Yevgeny y Svetlana. A ellos nunca los hemos tenido como rivales oficialmente. Siempre los hemos visto como mentores, maestros o como gustes llamarlo. Eso, querida amiga, eso sí me hace sentir verdadero nerviosismo y créeme, no soy la única. Maksim está mucho peor que yo porque de ante mano sabe que su nivel no está ni cerca de los estándares que Yevgeny maneja y lo peor es que ha estado mucho tiempo retirado. Si ha hecho entrenamientos de alto rendimiento y todo eso, pero no es suficiente y él lo sabe.

—Ahora entiendo la razón de porqué desde que subimos al avión él estaba distraído y sin querer hablar con nadie.

—Efectivamente. Él mismo me lo dijo, me dijo que temía provocar un accidente al no dar la talla.

—Eso no es bueno Sora. Tú sabes muy bien que subirse a un escenario en esas condiciones no es prudente ni para él y mucho menos para ti que llevas la mayor parte del peso en cada presentación que hacen.

—Lo sé y por tal motivo he tomado una decisión que sé, de antemano, Maksim aceptará y entenderá. Él sabe que este regreso por parte de los Safoskin no es tanto para vencernos como pareja, ellos saben, a estas alturas, que Maksim está muy lejos de nosotros tres por los motivos ya expuestos. Sin embargo, su meta real es la de retarme a mí en solitario, principalmente Svetlana y la única forma de hacerlo era retarnos en eventos de pareja porque sólo así los tres podríamos vernos las caras sin excusas.

—Pero eso es un tanto injusto, ¿no crees? Los Safoskin están jugando sucio al hacerte participar prácticamente sola porque saben que Maksim ya no es un digno rival como bien lo has expuesto.

—Sí y no querida Gabrielle. Tú nos conocen desde hace años y sabes como soy yo y como son ellos. Nunca jugarían sucio. Ellos desean una batalla emocionante y digna. Algo que los motive a demostrar su grandeza, de que ellos son los verdaderos zares del escenario por encima de mí que fui su alumna.

—Te entiendo, pero sus acciones demuestran lo contrario al competir con un rival, hoy día, más débil y sin motivaciones.

—Tú lo ves así, pero yo tengo otra visión, lo mismo que ellos y quizás esa fue su idea desde el principio. Retarme a mí, pero no para participar junto a Maksim.

—¿A qué te refieres?

En ese momento Sora esbozó una leve sonrisa y mientras continuaban caminando rumbo a la camioneta que los llevaría a su hotel, miró de reojo a Dunya, quien estaba algunos metros delante de ellos.

Kaleido Star: El resplandor de una estrellaحيث تعيش القصص. اكتشف الآن