Kaleido Star: El resplandor de una estrella

Capítulo 17: Una estrella desconocida

Después de aquel efusivo saludo todos los presentes se aproximaron hasta donde Sora se encontraba sentada y, como de costumbre, le pidieron autógrafos, se tomaron fotos y videos con ella. Nadia inmediatamente tranquilizó a sus alumnos y colaboradores para que cada uno volviera a sus puestos y le dieran un respiro a su maestra y amiga; tras eso, Nadezhda le preguntó el motivo de su visita y Sora respondió que simplemente deseaba saber cómo estaban las cosas en esa academia pues quería ver si Nadia tenía algún prospecto de calidad para la selección rusa.

Es ese momento todos los alumnos continuaron sus entrenamientos tratando de sorprender a la 'Zarina' y entre todos ellos se encontraban aquellas chicas que fastidiaron a Katya meses atrás diciendo que por ser hija de Sora tendría todo más fácil, y ahora no era diferente pues comenzaron a murmurar cosas similares diciendo:

"Es una tontería que ella venga, sabemos que de esta academia la única elegida será su hija y la prueba está en que viene con ella". Nadia y su equipo escucharon todo eso pero no dijeron nada para no dejar una mala imagen ante Sora, quien evidentemente notaba todos esos detalles. Fue entonces que la 'Zarina' se puso de pie y dijo:

—Nadia, ¿estos jóvenes son lo mejor que tienes?

—Así es maestra, incluida Katya, quien está registrada como alumna de mi academia, es lo que tenemos al momento.

—No lo hacen mal, son buenos alumnos e independientemente de su actitud no dejan de ser buenos en lo que hacen y tú eres la causante de ello; te felicito por tu labor. No obstante, están muy lejos de lo que estoy buscando. Sé que muchos de tus estudiantes piensan que mi hija ya tiene un lugar asegurado en la selección y que por ello la dejaste irse de la academia por un tiempo, lo cual les provocó un celo mayor viendo injusto que eso pueda pasar. No culpo a las alumnas o alumnos que puedan pensarlo, posiblemente tengan razón, pero no por lo que creen. Yo soy muy especial en este aspecto y evidentemente quiero que mi hija forme parte de la selección y de las 'Estrellas de Moscú', el escenario de mis grandes triunfos, pero no por eso voy a regalarle nada. Sepan algo jovencitas, ustedes tres que están hasta el fondo murmurando cosas; mi hija no viene más a esta academia porque se convertirá en mi alumna, soy su madre y es algo que nadie puede impedirme, pero eso no quiere decir que por ese motivo ella será elegida en automático. Si Ekaterina Maksimova quiere ser parte de la selección; deberá luchar igual que todos ustedes y que todos los acróbatas rusos o de origen ruso nacidos y no nacidos en este país. Por ahora mi hija está muy lejos de ser seleccionada, incluso veo en ustedes, sobre todo en las tres del fondo, mayor potencial, pero eso no debe ser motivo de confianza pues todos tienen las puertas abiertas siempre y cuando su nivel sea el mejor y no algo tan mediocre como lo que están ofreciéndome en este momento. No lo olviden niñas y jóvenes, el tiempo de la pasividad y conformismo que existe hoy día en nuestros equipos ha terminado; quiero de ustedes lo mejor, no me importa si son arrogantes, buenas personas o hipócritas, lo único que me interesa es que en el escenario se entreguen por completo.

Todos los presentes, pero sobre todo las tres aludidas, cuyos nombres eran: Irina, Valentina y Olga, palidecieron al escuchar las palabras de Sora, tan firmes, sólidas y sinceras.

—Como dije, esto que están haciendo es mediocre, les falta demasiado para poder ser de clase elite y para ello deben trabajar más duro de lo que creen. Por lo visto Nadia se ha ablandado mucho en todo este tiempo y se nota en ustedes. Ahora mismo les daré una prueba; tanto a ustedes como a mi hija de lo que deseo ver en la selección. Alexia Alkseyeva Passel, ven aquí y haz una rutina clase senior por favor.

La hija de Rosetta, quien aún se encontraba sentada, se puso de pie un tanto confundida pues no sabía que ella serviría como ejemplo y fue ahí que comprendió la razón del porque la 'Zarina' las había llevado a ese gimnasio. Sin pensárselo dos veces obedeció a Sora y comenzó a ejecutar varias acrobacias en los trapecios, trampolines, cuerda floja y piso; todo con una clase verdaderamente increíble.