Capítulo 9: Reto

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Sora se encontraba descansando en su habitación a lado de su esposo; éste último le preguntaba si de verdad creía que tanto su hija, como Alexia, serian lo suficientemente capaces como para soportar un entrenamiento de esa magnitud; algo a lo que Sora respondió tranquilamente que si no lo estaban simplemente suspendería todo lo planeado. Para la 'zarina' algo estaba claro; ella confiaba en sus dos amigas y si ellas le dijeron que ambas jovencitas estaban listas, no había lugar a dudas. Maksim abrazo a su mujer, sujetándola fuertemente entre sus manos al tiempo que le ajustaba la almohada que tenía colocada en su nuca y sin dudarlo le pregunto.

―Hay algo muy importante que deseo saber. Has dicho que ellas están listas, pero y tú, ¿lo estás?

Sora lo miro fijamente a los ojos, le tomó una de sus manos, sonrió y dijo.

―Lo estoy, ya no tengo sombras que empañen mi visión o que nublen mi mente. Ahora sé que no hay nada que temer pues el mal trago ya lo pasamos y lo que vivimos en el pasado no tiene por qué repetirse en este presente. Hable con Yevgeny y me dijo que Katya será bien controlada, no hay nada que temer respecto a su salud; que ya todo dependía de ella y de sus facultades. Por otro lado, Alexia es una chica ya mejor encaminada en este mundo, sólo le hace falta recibir un entrenamiento más completo y así tarde o temprano ellas dos bien podrían...

―Ya entiendo, ahora que el olimpismo aceptó como nueva disciplina olímpica, gracias a tu legado, a los acróbatas circenses en la modalidad, individual, por parejas, por aparatos y por equipos; tú deseas que ellas formen parte del equipo olímpico de Rusia en esa modalidad, ¿cierto? ―Interrumpió Maksim.

―Me conoces perfectamente bien, el que hayan aceptado mi petición hace tiempo, para hacer de nuestra disciplina algo olímpico en un formato idéntico a la gimnasia artística y rítmica, me hizo plantearme esa idea durante todos estos años; y no sólo eso, pues ellas igualmente podrían hacerle frente al hasta hoy día imbatible equipo alemán y al siempre combativo equipo norteamericano, nuestro más acérrimo rival, históricamente hablando.

―Sora, eres una mujer completamente calculadora, sólo te tomaste un tiempo para analizar todo, arreglar tus penosos asuntos con la tonta de Manami, quien se dejó engañar por ese par de hombres hace años, y ajustar tu mente respecto a lo de nuestro difunto hijo, pero siempre pensando en este plan.

―Así es, nunca me ha gustado dejar ni un cabo suelto y temía por la salud de mi hija, pero al saber que ella puede continuar, no descansare hasta lograr que el equipo ruso pueda colocarse en un puesto alto, hablando en el sector olímpico y juvenil, ya que en lo profesional seguimos manteniendo un estatus elevado, aunque nuestros más acérrimos rivales ya nos están dando alcance. Anteriormente competíamos, si bien como equipo, no lo hacíamos como nación, pues la selección no existía; solamente éramos los de Moscú. Ahora con esta nueva modalidad, podemos elegir acróbatas y elementos de todos los rincones del país y eso era lo que yo deseaba. Competir en mundiales, europeos y olímpicos como una selección. Escoger a los jóvenes rusos o de origen ruso que estén en nuestro país o regados por el mundo, recuperarlos e impedir que compitan por otras naciones que no son de su real origen.

―Sora, pero tú eres japonesa de nacimiento, ¿no crees injusto tu pensar? Y lo más importante, Alexia es mitad rusa, pero también de Bélgica. ¿Crees que Rosetta esté de acuerdo? Y algo más, si estás pensando en Yuri Hamilton, recuerda que la federación a la cual pertenece Layla, buscara a toda costa reclutarle para que sea representante de los Estados Unidos.

―Maksim, he pensado en todo eso. Tú no has tratado con Alexia como si lo he hecho yo; ella se siente más rusa que belga y no creo que haya algún problema al respecto. Por el lado de Yuri si será más complicado, pues nuestras relaciones con EE. UU. Son complicadas desde hace muchos años y no dudaran en ponernos obstáculos para evitar que nosotros sigamos demostrando supremacía sobre ellos. Sin embargo, esas cosas políticas a mí no me importan, yo en su momento preguntare a Yuri Hamilton personalmente si desea formar parte de nuestra selección, lo mismo hablare con Layla al respecto. Aunque bien sabes que en nuestra disciplina las mujeres son las que llevan el peso de todo, no quiero demeritar lo que ustedes hacen; pero sabes que desde mi llegada y la de Nadia o Rosetta, las cosas cambiaron de ese modo; por tal motivo mi meta principal es preparar a mi hija y a Alexia para este fin. Respecto a lo que dices de mi nacionalidad de origen, estoy consciente de ello y no la olvido, pero en Rusia he pasado todo lo bueno y malo de mi carrera y llevo lustros de no visitar Japón. Yo soy hoy día rusa, si no de nacimiento, si en lo más importante, que es en cuerpo y alma.

Kaleido Star: El resplandor de una estrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora