Kaleido Star: El resplandor de una estrella

Capítulo 27: Discusión

Anteriormente en Kaleido Star: El Resplandor de una Estrella:

"Ya en vestidores estaban esperándola tanto Maksim como Sora, quien al percatarse de lo ocurrido de inmediato se dirigió a dicho lugar para charlar con su hija y esto sucedió:

— ¡Ekaterina Maksimova, reacciona!—exclamó Sora.

Mientras tanto en la pista se escuchó un gran bullicio pues los jueces habían dado la calificación de Nastia y había sido realmente escandalosa, 2,500 puntos en un solo aparato y por ello las personas exclamaron un ¡Oh! Que se dejó escuchar por todo el complejo.

En ese momento los equipos del bloque en donde se encontraban los de Kazán comenzaron a declinar y optaron por renunciar a la competencia sabiendo que no tenía ningún caso seguir ante rivales tan descomunales como esos. Poco a poco cada equipo fue haciendo lo propio ante el desconcierto de los jueces y público ahí presentes. Sin embargo, era algo comprensible pues la verdad era innecesario que ellos siguieran participando, arriesgándose a una lesión mayor si a final de cuentas, por más que se esforzarán, no iban a llegar ni por error a esos estándares.

Ruslan se dirigió a los vestidores para informarle a Tanya, y de paso a Sora, lo que estaba ocurriendo. La hija de Ludmila no se sorprendió, y tampoco lo hizo Sora. Ambas sabían que posiblemente eso iba a ocurrir tras la primera presentación de Nastia.

Cuando Ekaterina escuchó lo que Ruslan dijo, poco a poco fue regresando en sí y dijo:

— ¿De verdad todos están huyendo de la competencia?

—Así es Maksimova—respondió Sora—. Ellos están actuando cobardemente, lo mismo que tú haces en estos momentos. En su caso no los culpo, son personas normales en comparación de ustedes. Yo en mi juventud cometí la misma cobardía cuando participe en mi primer Festival Internacional Circense en París. Hui como todos ellos, deje en mal al padre de Yuri y a mi amiga Layla.
En ese entonces yo no comprendía el valor de un escenario, estaba cegada por mis ideales de un mundo rosa y libre de rivales o competencias sin pensar que cuando uno pisa el escenario debe respetarlo aunque este nos parezca, de inicio, aberrante por lo que lo rodea. En mi caso cometí ese error y al pasar de los años pude comprender lo que es la verdadera pasión del escenario y descubrí que no se trata de huir de los retos y competencias, sino todo lo contrario, mostrarle el respeto a la pista y al público, que por testarudo que pueda ser, es el que paga un boleto para que nosotros demos todo de sí en escena y hacerles ese tipo de cosas, como huir o evitar competir sólo por temor a que el rival en turno nos haga pedazos, es de cobardes.
Tú ya has visto la capacidad de Nastia, la entrené muy bien, es mi mejor alumna, pero eso no significa que ustedes no puedan competir ante ella, si lo dudan estarán destrozados antes de competir. Cuando suben a escena ya deben estar seguros de lo que van a presentarle a la gente y dar lo mejor de ustedes sin importar que sean inferiores a sus rivales, y ese ejemplo nos lo dieron los de San Petersburgo al competir como novatos ante selecciones elite sin importar las humillaciones y jamás huyeron. Por eso los respeto más que nunca.
Hija, tu eres una novata en todo esto, tienes mucho talento pero evidentemente no ibas a vencer a Nastia en este momento; entrenaste como nadie, lograste grandes cosas siendo inexperta, te admiro por eso, no obstante, no te sientas mal si alguien es mejor que tú; lucha por alcanzarlo y posiblemente en algún momento puedas superarlo, yo lo hice, y como te dije, también hui, pero gracias a mis errores ahora puedo ayudarlos a ustedes a no cometerlos. Cierto es que deben equivocarse por sí mismos, pero nuestro deber como padres o maestros es orientarlos en lo posible para que tengan una visión más clara de la vida en estos momentos. ¡Levántate Ekaterina Maksimova! Ponte de pie y demuéstrate a ti misma que eres capaz de seguir superando tus obstáculos. Pero sobre todo, recuerda que, tus sueños, por insignificantes que sean, siempre serán las alas que te ayudaran a volar.