Capítulo 12: Decisión

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Estados Unidos de Norte América:

Mientras Ekaterina Naegino comenzaba a estudiar toda la teoría que su madre le había dejado, en Estados Unidos, Yuri hijo se encontraba en la enorme residencia Hamilton, que anteriormente perteneciera a Layla y que hoy en día le había regalado a su hijo. Yuri estaba observando varios vídeos de sus competencias tratando de descubrir errores en sus evoluciones. La residencia Hamilton continuaba intacta, tal cual era en el pasado, así seguía. Layla no quiso remodelar absolutamente nada por respeto a la memoria de su difunta madre. El joven Yuri, a pesar de v vivir aún con sus padres, pasaba sus momentos de soledad o estudios escolares en aquel lugar pues se sentía más cómodo. Aquel joven continuaba mirando esos vídeos, incluso algunos cuando estuvo practicando con Sora; fue en ese momento que recibió una llamada de la hermosa Alexia Passel y esto sucedió:

—Hola Yuri, ¿Cómo estás?

—Hola Alexia, gusto en saludarte. Yo estoy bien, pero, ¿a qué se debe el honor de tu llamada?

—Por nada en especial, sólo deseaba despedirme pues me voy a Rusia.

El rostro de Yuri cambio de semblante ante lo dicho por su amiga y dijo:

— ¿De verdad? ¿Por qué tan de repente has decidido irte?

—Es simple, me voy a entrenar con Sora Naegino y con tu querida Katyusha.

Yuri no podía creer lo que escuchaba, no por lo de ir con Sora, que ya era un secreto a voces, sino porque ambas jovencitas estarían juntas y eso era algo que jamás corrió por su mente.

—Me has sorprendido querida amiga y te deseo suerte tanto a ti como a Katya pues no tienen idea hacía donde se dirigen, es más, ni yo mismo pude probar todo eso y peor aún que ustedes estarán juntas; espero no se maten. ¡Ja, ja, ja!

Tras decir eso, Yuri continúo charlando con su amiga de cosas bastante triviales y comunes hasta que por fin Alexia tocó el tema al que deseaba llegar:

— ¿De verdad no deseas formar parte de la selección rusa?

—Ya decía yo que tu llamada no era únicamente por cortesía— contestó sonriente—. Ya te lo había dicho antes y lo repito ahora, yo no siento esos colores, toda mi vida, mi vida entera la he pasado aquí, salvo ese lapso de tiempo que viví en Rusia para recibir el entrenamiento básico que Sora me dio; pero nunca me sentí identificado a diferencia tuya. Mi madre es norteamericana, mi padre sólo es mitad ruso y su otra mitad en norteamericana, y yo no encajo en ese lugar. Por tal motivo mi maestra Sora nunca me ofreció formar parte de su selección, pues ella sabía mi pensar y como tal lo respeto. Yo espero que con esta respuesta te quedé claro que a nivel selecciones seremos rivales y mi país seguirá venciendo al tuyo como ha sucedido años atrás.

—Vaya que tienes tus bases bien cimentadas y estás muy seguro de lo que deseas. Bien... siendo así no volveré a tocar ese tema. Pensé que al saber que tu querida Ekaterina podría formar parte de la selección tú cambiarias de parecer.

—Esas son cosas diferentes querida amiga, además, ella nunca me ha visto con esos ojos y...

Alexia Passel soltó una sonora carcajada al escuchar lo que Yuri decía y abruptamente interrumpió al joven Hamilton.

—Ya ha salido la verdad y tu falso nacionalismo ha sido descubierto amigo mío. Estoy segura que la propia Sora lo sabía y a mí tampoco me engañas, te conozco desde siempre. Tú no deseas estar cerca de Katya puesto que nunca te ha hecho caso y formar parte de la selección te haría tenerla muy seguido cercana a ti; por tal motivo tampoco quisiste aceptar la gran oferta hecha por "Las Estrellas de Moscú", pues tienes miedo de estar cerca suyo. A fin de cuentas el gran joven virtuoso tiene un talón de Aquiles llamado Ekaterina Maksimova Naegino.

Kaleido Star: El resplandor de una estrellaWhere stories live. Discover now