Capítulo 13: Alexia llega a Rusia

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— ¿Por qué tan de repente has tomado esa decisión, hijo?—Preguntó Layla en tono serio.

—No es repentina madre, desde hace mucho tiempo lo tenía pensado y no es porque crea que este equipo es malo, todo lo contrario, es un excelente equipo, no obstante, no me siento parte de él y mi padre lo sabe desde hace mucho.

Layla volteó y miró de reojo a su esposo; ella se sentía confundida e incluso menospreciada al no tener una relación más cercana con su hijo. Era natural pues Yuri siendo un hombrecito la relación que llevaba con su padre era, por lógica, más abierta que con Layla.

Yuri Killian se limitó a escuchar sin opinar nada al respecto mientras su esposa y su hijo charlaban.

—Y entonces ahora que deseas dejar por un momento la actuación y abandonarnos, ¿qué es lo que piensas hacer?

—Sabes la respuesta mamá. Ahora que mi maestra Sora Naegino regresará a escena como entrenadora de la selección rusa he tomado la decisión de hacer las pruebas necesarias para ver si puedo ser parte de esa escuadra. Sinceramente ese es mi deseo y espero no me lo tomes a mal, ni me mal intérpretes, no digo que seas mala coach, pero mi deseo es estar en el mismo equipo que mi maestra; ella es un prodigio y quiero formar parte de lo que está por venir.

Layla agachó su cabeza y se entristeció al escuchar las palabras tan sinceras de su hijo. Ciertamente ella sabía que no estaba del todo equivocado, pero su dolor verdadero fue darse cuenta que su hijo realmente no la miraba como una entrenadora de clase mundial.

—Entiendo lo que dices hijo y me duele, no he de negarlo, pero respeto tu decisión y espero que allá realmente encuentres lo que buscas. Por mi parte haré oficial tu renuncia a la selección ante los medios y la federación, también hablaré con Kalos para que esté enterado de que pasarás un tiempo fuera para participar en el selectivo que se llevará a cabo en Rusia. Estoy muy triste pero, como ya lo dije, entiendo tu postura y...

En el preciso momento en el cual Layla iba a terminar su frase, alguien más la interrumpió diciendo lo siguiente:

— ¡Por fin el niño de mami se va a buscar su propio destino!

Todos voltearon al escuchar esa voz, femenina, que se escuchó entre los pasillos de aquel enorme gimnasio.

—Carly Biles, por fin haces acto de presencia—dijo Yuri padre—. ¿Por qué razón nos tenías tan abandonados?

Una chica de raza negra, bella, cabello rizado y estatura media alta, llegó a ese lugar. Todos, excepto Yuri hijo, al verla corrieron hacía donde ella estaba; todo indicaba que aquella chica, de aproximadamente diecisiete años, era alguien bastante importante en ese equipo.

— ¡Y por fin aparece la tricampeona mundial!—dijo Yuri hijo en tono sarcástico—. ¡Regresas sin ninguna vergüenza después de decir que este equipo sin ti no sería nada!

—No tienes ningún derecho a reclamarme ahora que tú mismo estás diciéndole adiós al equipo para irte a lado de tu querida Sora a sabiendas que formaran un gran equipo y te será más fácil ganar.

Yuri quedó mudo ante las palabras de Carly pues no sabía que responderle.

—Yo soy una chica, muchas veces, grosera, egoísta y vanidosa, no lo niego. Pero lo hago porque así soy y no me gusta mostrar una cara de hipocresía a nadie. Mi talento es natural, soy una virtuosa en mi trabajo y eso nadie lo puede negar. Hemos sido multicampeones en la selección gracias a mis actuaciones y claro a la labor secundaría de todos ustedes. La mayoría así lo aceptó y gracias a eso es que nadie, salvo Alemania, nos ha hecho sufrir un poco. Ahora Rusia quiere regresar, pero sin Sora Naegino, Maksim Litvochenko, Svetlana y Evgeny Safoskin, Nadia Ruslanova, Elena Liosheva, Aléksei Dmitrovich, Ludmila Romanova y Vladimir Sennikov, ellos no volvieron a ser los mismos. Se mantienen en la memoria de las personas gracias a ese vago recuerdo, pero hoy en día no son nada y no lo volverán a ser. Sora trata de regresarles esa grandeza en base a novatos con nula experiencia, incluido tú mi querido Yuri, y de esa forma, si es que logra algún éxito minúsculo, será a largo plazo. Por mi parte está bien que te vayas, no te quiero en mi equipo pues me robas pantalla, esperó Gerard Oswald acepté mi propuesta y compita con nosotros ahora que tú te largas de este lugar. Él tiene demasiado potencial y al haber sido instruido en Rusia, nos podrá dar consejos de como vencerlos en caso necesario, aunque no creo que lo necesitemos pues en estos últimos años hemos sido superiores a ellos en todo aspecto.

Kaleido Star: El resplandor de una estrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora