Capítulo 25: Lyosha v Tanya

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Ruslan entró a escena con gran presencia, verdaderamente impactaba de tan sólo verlo. Tras haber sido presentado por el maestro de ceremonias, el hijo de la los Safoskin comenzó su actuación e indudablemente también era de una calidad magistral dentro de la cual demostró un talento natural y una presentación sin fallos. Sus giros, saltos, danzas y manejo, tanto de las mazas como de la pelota, estuvieron llenos de magia, pero algo dentro de sí mismo lo mantenía inquieto y no descifraba cual era la razón.

—No entiendo que está pasando—pensó Ruslan—. Estoy ejecutando los ejercicios de la misma primera hoja del estudio de la maestra Sora, todo es hermoso y perfecto pero no puedo igualar o intentar ejecutar muchos de los ejercicios que Katya efectuó. No lo entiendo..., no lo entiendo.

Efectivamente, el joven acróbata estaba ejecutando una rutina similar a la hecha por Ekaterina, sin embargo, sus movimientos se miraban distintos, él estaba seguro de sí mismo, sabía que había memorizado todo el estudio de Sora Naegino pero aun así no podía igualar lo hecho por aquella jovencita novata que había maravillado a todos los presentes apenas hacia unos minutos atrás.

Ruslan terminó su hermosa presentación, se dirigió hacia donde sus compañeros y entrenadora se encontraban, y se dispuso a esperar sus calificaciones.

—No voy a poder vencerte Ektarina Maksimova—dijo el joven—. Por más que lo intente no pude descifrar siquiera el veinte por ciento de tus movimientos.

Katya sonrió y le doy un par de palmadas en la espalda sin decir palabra alguna; en ese momento los jueces dieron sus calificaciones que fueron nada menos que de 390.00 puntos, una marca tremenda, pero para lo hecho por Katya, estuvo, por decirlo de una forma adecuada, muy por debajo de lo que el propio Ruslan pensaba.

Los miembros de los equipos, no favoritos, comenzaron a intimidarse al ver que comenzaban a salir acróbatas de un nivel tan descomunal. Tras la actuación de Ruslan y Katya, pasaron los acróbatas de las otras escuadras ya con un nervio evidente y cometían error tras error; los aparatos se las caían, ellos mismos tropezaban o perdían el equilibrio y así fueron pasando todos en ese bloque hasta que llegó el turno de Alexia Alekeseyeva Passel.

—Es mi turno, amigos, deséenme suerte.

—No seas tonta, no la necesitas—dijo Katya mientras chocaba su mano con la de su gran amiga.

Sus otros compañeros las miraban atentas. Alexia, ya con su leotardo oficial del equipo de Moscú y su peinado idéntico al de su madre, lo mismo que el color de su pelo, señaló con su dedo índice hacia donde se encontraba su prima Anastasia, quien estaba jugueteando con su perrita y lista para observar el actuar de la ahora pelirroja. Rosetta y Alekséi comenzaron a sudar frío al ver la actitud de su hija y lo que podría desatarse más adelante pero se mantuvieron serenos y dispuestos para ver el performance de su hija, quien inicio su actuación.

La hermosa jovencita comenzó de forma magistral impulsándose de tal manera que con la fuerza de sus piernas logró brincar desde la esquina de la plataforma donde se encontraba, hasta su otra esquina. Cabe señalar que dicha plataforma medía veinte metros por lado; por tal motivo la distancia entre esquina y esquina era mucha y llegar de un lado a otro de un solo impulso era verdaderamente imposible para acróbatas comunes; pero Alexia no era alguien común y corriente y lo logró de forma perfecta agregándole una cantidad de giros mortales y extendidos mientras volaba de una esquina a otra combinándolo con malabares impresionantes pues su maestría con los malabares era única al ser hija de Rosetta quien también la adiestro en el manejo de los diábolos.

En la arena se escuchó un notable ¡Oh...! De parte del público entero. Sora Naegino observaba atenta sin inmutarse y continuó haciendo sus apuntes. El acto introductorio de parte de Lyosha parecía que de verdad había incomodado a su prima Nastia, quien de inmediato se puso de pie abriendo sus ojos de par en par al ver la tremenda entrada de su prima; quien por cierto continuó sus ejecuciones sin mayor problema. Su danza era espectacular, verdaderamente fuera de todo lo visto antes y sus giros, saltos y altura que tomaba no tenían comparación con lo hecho por Katya; evidentemente Lyosha, en ese momento, estaba superando fácilmente a su amiga y tras varios minutos de actuación, la hermosa pelirroja terminó su acto volviendo a señalar a hacia donde su prima se encontraba.

Kaleido Star: El resplandor de una estrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora