Capítulo 57: Zarinas

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Pasaron los cuatro días y por fin el momento para iniciar aquel legendario festival francés estaba a unas horas de comenzar. En París ya se encontraban todos reunidos. Tales como: los seleccionados rusos, mejor conocidos como los 'Seis Sagrados'. También estaban los hermanos Biles junto Denisse Danvers, Kalos, Layla Hamilton, Yuri Killian, Sarah, Marion, su padre Jean, Ken, Anna y Tim; todos ellos por parte de Kaleido.

Por su parte, Mia Guillem, Bernadette Zimmermann, Jürgen Guillem y Kerstin Janker del lado alemán.

También estaban presentes Leon Oswald junto a May Wong y su hijo Gerard Oswald. Y, evidentemente, no podía faltar a la presentación Rosetta Passel a lado de su esposo Alekséi. Todos ellos junto a varios conocidos y amigos de Sora y los demás.

Todos los anteriormente mencionados estaban, cada cual, hospedados en diferentes hoteles de la capital parisina esperando diera la hora indicada para iniciar la competencia.

Mientras tanto, en el hotel donde se encontraban Sora junto a Maksim, los seleccionados rusos y Gabrielle, esto sucedía:

—¡Mamá, por fin nos vemos de nuevo! —Dijo Katya al encontrarse con Sora.

—¡Tu eres la que te has alejado bastante, pequeña sinvergüenza! —Respondió Sora con notable entusiasmo mientras le daba un fuerte abrazo a su pequeña.

—Hemos estado disfrutando de la ciudad estos días previos, siempre bajo el cuidado de Nadya que no nos quita los ojos de encima, ¡ja, ja, ja!

—Es porque le di la indicación de vigilarte principalmente a ti y a esa jovencita ya que no se les puede dejar ni un momento a solas —respondió Sora en tono burlón.

En ese momento, al Lobby de aquel gran hotel, llegaron Rosetta, Alekséi y Alexia.

—Sora, tu nunca cambias —profirió Rosetta—. Pareces agente secreto, ¡ja, ja, ja!

Sora de inmediato se dirigió con su amiga para abrazarla fuertemente lo mismo que a Alekséi para inmediatamente decir lo siguiente:

—Sabes lo que son capaces de hacer esas dos si no las mantenemos bajo vigilancia, ¡ja, ja, ja! Por tal motivo las mantengo vigiladas para que no vayan a tener alguna lesión previa a su competición venidera.

— A todo esto. ¿En dónde se encuentran los demás jóvenes? —Preguntó Alekséi.

—Nastia se fue con su madre Yelena a visitar algunos museos, Tanya se fue con sus padres a visitar los campos Elíseos; Yuri se encuentra con sus papás, lo mismo que Ruslan. Están aprovechando todo el tiempo posible porque, tu bien lo sabes, el ser seleccionados les quita demasiado la posibilidad de estar con ustedes.

—Eso es verdad Sora —respondió Alekséi.

El tiempo transcurrió con normalidad. Cada uno de ellos disfrutaba su día en espera de que diera la hora estelar. Previo a la batalla principal habría eventos artísticos con jóvenes promesas e incluso clasificatorios de competidores independientes que buscaban elevar su puntuación en el ranking mundial circense. Nada fuera de lo común, pero ayudaba a pasar el tiempo a todo el público ahí presente. De hecho, esos acontecimientos ya se estaban llevando a cabo; sin embargo, a todo el grupo de Sora y compañía le era indiferente. Ellos se estaban mentalizando para la hora estelar.

Por su parte, Liudmila, Vladimir y Tanya se encontraban paseando tranquilamente por los Campos Elíseos y esto sucedió:

—¡Me da tanto gusto estar con ustedes, queridos padres!

—A nosotros también adorada Tatiyana Vladimirova —respondió Liudmila—. El estar alejados de las estrictas formas de mi madre y todo ese entorno opulento y aristocrático de nuestra familia, es un bálsamo, una sensación incomparable.

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⏰ Last updated: Jul 14, 2023 ⏰

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Kaleido Star: El resplandor de una estrellaWhere stories live. Discover now