Kaleido Star: El resplandor de una estrella

Capítulo 44: Espíritu Combativo

La sorpresa de saber que Denisse Danvers también fue alumna de Sora Naegino dejó sin palabras a su hija y a su novia, puesto que ellas nunca imaginaron que Sora fuese capaz de entrenar a alguien que no fuera ruso, pero todo indicaba que para la 'Zarina' no importaban las nacionalidades al cien por ciento, sino el potencial y talento que tuvieran y todo indicaba que DD era una elegida por su talento.

—¿Cuántas sorpresas más nos tendrás querida madre? —Preguntó Katya.

—Sabes bien que soy una persona que se maneja por una razón de ser, ese ha sido uno de mis lemas y con DD no es la excepción. Siempre debo tener un as bajo la manga en caso de que otros acróbatas desvíen su camino o se confundan dentro del mismo.

Las palabras de Sora, de cierto modo, fueron una pedrada directa para su hija y para Lyosha, quienes estaban perdiendo el rumbo original de su formación y ambas lo entendieron a la perfección puesto que no dijeron nada más después de lo dicho por Sora Naegino.

—Bien, continuemos con nuestra charla, ya habrá tiempo para convivir y platicar, estimada DD—dijo Sora—. Kalos, quiero que Denisse, una de mis alumnas más destacadas, desde hoy pertenezca a Kaleido y mi hijo también. No les des, ni por error, trato especial ni preferencial; ellos deben ganárselo a pulso y sé que tienen el potencial para lograrlo. Por el lado de mi hija y de Alexia, al no ser miembros permanentes de Kaleido te pido que les des papeles antagónicos, que les sirva como aprendizaje y vean que la vida como profesionales es muy diferente a la vida amateur y olímpica que llevamos en las selecciones. Ah... lo olvidaba, una cosa más. En todos los papeles que les des a Katya y Lyosha por favor, que sea por separado. Las habitaciones que les hayas de dar, procura que no estén juntas ni un segundo, y a mí hijo mantenlo lejos de todas las chicas, que no se le acerquen, ni él a ellas, no quiero tener problemas de ningún tipo. Con la única persona que debe tener contacto directo y constante es con DD, con ella puedes dejarlo todo el tiempo posible, incluso si quieren vivir en la misma habitación, que así sea, eso les servirá para volver a acoplarse, además, por lo visto, es a la una chica que mi hijo respeta como tal y con la que no intentaría ninguno de sus acostumbrados movimientos Maksinianos.

Tras escuchar todo lo que Sora dijo, Kalos sudó, Layla se sonrojó, Maksim se hizo el desentendido y miró hacia una de las ventanas mientras Yuri padre, agachaba la cabeza y miraba sus zapatos al tiempo que su hijo sonreía. En ese momento Katya y Alexia se sonrojaron y se les notó un poco incomodas y molestas tras lo dicho por Sora; por su parte, Junichi sonrió, se acercó a Denisse, la abrazó del hombro y dijo:

—Menos mal me dejaron contigo, pensé que sería enviado a una mazmorra llena de ogros, pero contigo estará bien.

DD se sonrojo e inmediatamente le dio un golpe bastante fuerte con su codo en el estómago de Junichi ante la sorpresa de Kalos, Alexia y Katya.

—¡Ya recordé porqué mi madre me dejó contigo! —Dijo Junichi mientras se retorcía de dolor.

—Ya recordaste el grado marcial que posee DD, ¿verdad, querido hijo?

—¡Si madre, ya lo recuerdo y muy bien! —respondió mientras se iba incorporando.

En ese momento DD de inmediato se disculpó con Junichi y lo abrazó cariñosamente. Todo daba a entender que esos dos se llevaban de maravilla desde su estancia en Japón cuando entrenaron juntos con Sora.

—Esas serían mis condiciones querido Kalos. Con un mes teniendo a estos cuatro en tu escenario rápidamente los números volverán a la normalidad, pero necesitas ofrecerle al público algo de nostalgia, que les haga recordar a los padres el por qué les gustaba venir aquí cuando eran niños o jóvenes y con base en eso traerán a sus hijos. Sería adecuado que presentaran el Lago de los Cisnes y que DD junto a Junichi presenten la Fantástica Técnica Ángelical. Que el público vea que ellos fueron entrenados por mí, que tienen mucho que ver conmigo para que a la gente le llame más la atención el venir por el simple hecho del morbo.