Capítulo 22: Fin del entrenamiento

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El tiempo continuaba avanzando en lo referente al entrenamiento de Katya y Alexia, y en general de todos los talentos rusos; había transcurrido ya un total de veinticuatro semanas, es decir, seis meses para ser exactos. En ese lapso de tiempo las dos jovencitas ya controlaban muy bien su cuerpo, mente y algunas técnicas que Sora les había enseñado.
Sora no se limitó a técnicas simples, pues en esos seis meses las castigó como nunca antes había castigado a alguien y les mostró el inicio del camino prometido, es decir, la entrada a las bases de las técnicas que la 'Zarina' ejecuto a lo largo de su carrera. Todo eso emocionó grandemente a sus alumnas, quienes no podían creer que en verdad sus cuerpos ya pudiesen resistir ese tipo de acrobacias y sus ánimos se fueron por los cielos gracias a los resultados obtenidos; en pocas palabras, el entrenamiento mortal, que muchas veces por poco les provoca, eso, la muerte, había concluido, los seis meses prometidos por Sora Naegino habían llegado a su fin y esas dos chiquillas superaron, sin darse cuenta, cada una de las pruebas impuestas por su maestra o al menos eso parecía pues todo se mantuvo en absoluto secreto; todo lo vivido por ellas los meses posteriores al inicio de su entrenamiento, fue un total misterio el cual únicamente Gabrielle, Sora y Ksenia conocían y que la mano derecha de Naegino había, como de costumbre, recopilado en videos.
Esto fue lo que a partir de ese momento sucedió, la Copa de Corea del Sur fue un éxito rotundo para EE. UU., bajo el mando de Layla y Yuri y comandadas por Carly, Leon y Denisse, la primera siempre odiando a la segunda, ganaron esa copa. Alemania, de la mano de Bernadette, había obtenido el segundo lugar y China el tercero.
Por su parte, Rusia, miraba a la distancia como todos obtenían éxito tras éxito mientras que esa nación miraba desde un lejano octavo lugar como las demás naciones gozaban de resultados óptimos y gratificantes. Era obvio que Sora continuaba sin aparecer en las competencias dirigiendo a su equipo y a sus espaldas se rumoraba que eso de que ella fuera la entrenadora de Rusia era una vil mentira utilizada para motivar a los nuevos acróbatas. Todo era confusión en esa selección, ni Ruslan, ni Tanya participaban, por lo que también se empezó a creer que esos dos eran simples faroles usados por Sora. En Rusia, la prensa, por más que deseaba mantenerse ecuánime no podía hacerlo y criticaba, a regañadientes, la ausencia de Sora, preguntándose día con día si en verdad su gloriosa e histórica acróbata podría con semejante paquete.
Layla, tras recibir la copa del primer lugar, se retiró junto a su equipo, entraron a sus vestidores y esto dijo:

—Por lo visto Sora Naegino no logró conformar una selección elite, dentro su selectivo interno, para esta copa que es la previa a sus clasificatorios nacionales y sobre todo al Campeonato Europeo de Italia y más tarde al Grand Prix que se celebra cada dos años en las mismas sedes que son: Moscú, Nueva York, París, Tokio, Ciudad de México, Berlín y Beijing. En ellas se evalúan las calificaciones finales de todas las naciones y acróbatas en lo individual para ver quienes califican al Mundial primero y después a la justa más importante para todos nosotros, ya saben, la del olimpismo.

—Entrenadora—interrumpió Gerard—. ¿Por qué le dieron una sede permanente del Grand Prix a México? Ellos después de la época de su representante Daniel, ya no volvieron a tener otro acróbata de talla mundial; son un buen equipo, pero nada fuera de este mundo.

—La decisión de darles una sede permanente fue por petición de Sora, ella vivió en ese país uno de los momentos más importantes, a la vez que trágicos, en su carrera y sobre todo le salvaron las rodillas en esa nación. Por ese motivo ella personalmente pidió a la Federación Internacional de Acróbatas Circenses dejar esa sede junto a las otra seis y ellos evidentemente accedieron pues ha Sora no se le niega nada en esos aspectos.

—Ya entiendo, interesante detalle sin lugar a dudas.

— ¡Muy bonito todo eso! Pero ustedes siguen dándole mucha importancia a esos inútiles rusos y no se dan cuenta que su tiempo ya acabó y que las palabras de aquellos dos chicos de Rusia fueron simplemente para asustar a sus rivales—profirió Carly Biles—. No han aparecido en meses y para un entrenamiento especial al que nosotros, sobre todo yo, estamos acostumbrados, ya es mucho tiempo. Lo más seguro es que todo ese show de que ella regresaría a entrenarlos y con un equipo de ensueño simplemente es un truco publicitario. Creo personalmente que ya no debemos preocuparnos por ellos y si es que son reales aun así no tienen posibilidad ante nosotros.

Kaleido Star: El resplandor de una estrellaWhere stories live. Discover now