𝓔𝓷𝓯𝓻𝓮𝓷𝓽𝓪𝓶𝓲𝓮𝓷𝓽𝓸

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〘 _____ Lebarde 〙

No iba a dejar las cosas así. Debía buscar la manera de arreglar las cosas para que Dominic no sintiera que Tom no tenía voz de orden.

Esperé a que terminara el almuerzo, fui a darme una ducha y me cambié el ostentoso vestido por la otra muda de ropa que había empacado: unos pantalones de vestir negros a corte recto y una camisa de manga larga que doblé para que quedaran arriba de mis codos.

Cepillé mi cabello y esperé a que secara en lo que pensaba exactamente qué decirle a Dominic una vez que lo fuera a buscar.

Después de varios minutos, escuché que golpearon suavemente a mi puerta.

—Adelante —avisé en lo que estaba recogiendo los laterales de mi cabello con unas horquillas.

Paddy abrió la puerta, entró lentamente con una bandeja de comida en la mano.

—Lamento lo del almuerzo, mi padre llega a ser muy pesado a veces —me comentó—, pensé que tendrías hambre, te traje con poco del almuerzo.

—Gracias, Paddy, es muy amable de tu parte —respondí con una suave sonrisa al ver que dejó la comida en la mesita de la habitación—, pero no debiste hacerlo, habría bajado más al rato.

—No, claro que debía. Te reprendieron por mi culpa —fue su respuesta—, lo lamento.

—Fue mi idea esa de ir a jugar, no tuya así que no te preocupes, ¿está bien? —me levanté de dónde estaba sentada para ir a donde estaba el almuerzo que Paddy había traído—, ¿siempre debes lidiar con los gritos de Dominic?

—Ni te imaginas —cerró la puerta y fue al sofá que estaba en el cuarto para sentarse ahí un momento—, pero desde que tengo memoria es así, supongo que te acostumbras. ¿Tu padre no es igual?

—No —negué—, papá generalmente se lleva las cosas con calma, no suele gritar a menos que en verdad esté molesto y para mi suerte casi nunca pasa eso.

— ¿En serio? Sería agradable no oír por un día insultos o gritos —lo miré esbozar una sonrisa pequeña.

—Cuando quieras te puedo llevar a que conozcas mi casa, o bueno, la casa donde antes vivía —corregí—, es encantadora y estoy segura que te va a gustar. Hay una sala de música y ahí también tenía mis lienzos para pintar.

—Sería grandioso, gracias —sonaba emocionado con el comentario de mi invitación—, lo tomaré en cuenta y...

— ¡Paddy, mueve el trasero o te quedas! —escuchamos la voz de Sam en el pasillo.

Paddy dio un suspiro de pesar antes de levantarse.

—A Sam y Harry les gusta el hecho de salir a jugar baloncesto entre todos los hermanos siempre que Tom viene —me explicó—, supongo que te veo después.

—Claro, suerte —nos sonreímos y miré a Paddy salir de mi habitación.

— ¡Ya voy, ya voy! —gritó igual en el pasillo.

Negué divertida, seguí almorzando y al terminar fui a lavar mis dientes antes de bajar la bandeja con comida a la cocina. Iba a lavarlos pero Nikki entró.

𝓜𝓪𝓯𝓲𝓪 (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora