𝓔𝓵 𝓪𝓬𝓬𝓲𝓭𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓭𝓮 𝓟𝓪𝓭𝓭𝔂

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〘 Thomas Holland 〙

El viernes por la mañana estaba en casa de Zendaya desayunando con ella en su jardín. Era el primer día en toda aquella semana en que lograba tener un descanso por la mañana sin estar presionado por juntas con proveedores o clientes.

— ¿Y cuándo debes presentarte ante el juzgado para la conciliación? —preguntó Zendaya mientras cortaba la orilla de su pan.

—El lunes debo ir —respondí dando un trago a la taza con té.

— ¿Vas a regresar temprano?

—Todo depende de cómo vaya el juicio. Luego de ese juicio sólo deberemos asistir para los últimos trámites del divorcio. ¿Me quieres acompañar el lunes?

Ella dio un sorbo a su taza con café antes de verme y dudarlo.

—No lo sé, es algo muy personal que debes hacer. No le gustaría esperar ahí, al final aún no es como que estés completamente divorciado, ¿no sería una falta de respeto?

—No lo veo así pero si no quieres está bien —nuevamente volví a leer el diario del día en las noticias sobre el parlamento.

—Ayer cerré el trato con los clientes interesados —me contó—, y ya en el siguiente mes a mediados saldrá la nueva colección, ¿me acompañarás al desfile? Lo haremos en Milán.

— ¿Hasta allá? —la miré por un momento antes de pensarlo—. No lo sé, para el siguiente mes tengo mucho por hacer en cuanto a proveedores americanos sobre exportaciones de mercancía, Zen. Me será imposible.

—Y ese es el Tom que yo conozco —se quejó—. Siempre estás tan ocupado en todos tus negocios, viviendo para ellos y no para ti. Deberías hacerte un pequeño espacio en tu itinerario.

— ¿Te parece que mi trabajo ha crecido por darme tiempo libre cuando quiero? Cariño, tengo cosas importantes que hacer —le respondí—. Si tengo tiempo, estaré allá, ¿vale?

—Sí, siempre lo dices —nuevamente se quejó mientras siguió su desayuno.

La volví a mirar, esta vez ni siquiera me vio de reojo y ni hablar del silencio que se volvió hostil en la mesa como lo hacía cada vez que se enfadaba.

— ¿Sabías que las jirafas no emiten sonido alguno?

— ¿Y para qué quisiera saber si las jirafas emiten sonidos o no? No quiero comprarme una.

—Es interesante, sólo imaginate el hecho de saber que no tienen una comunicación al menos básica por medio de la voz, es curioso.

—No lo es, deja de desvíar la atención del hecho que no me quieres acompañar a Milán.

—Mujer, eres imposible —negué dando un suave suspiro de pesar.

— ¿Te parece? —iba a reclamar más cuando llamaron a mi celular y lo saqué para ver de quién se trataba—. ¿Quién es?, ¿más trabajo? Se supone que el desayuno era para nosotros dos, ¿quieres dejar el trabajo para después?

—Es mi madre, ¿quieres calmarte? —me levanté para responder, mamá casi nunca llamaba si no era para algo urgente. Al estar suficiente lejos, contesté—. ¿Sí?

—Hola, Tom —me saludó pero se escuchaba algo nerviosa—, ¿crees que puedas venir? Tu padre no está en la ciudad hoy y acaban de llamarme del colegio de Paddy, tuvo un accidente y no sé qué hacer.

— ¿Qué? —al escucharla a nada de llanto me alarmé—, ¿qué pasa con Paddy?

—No lo sé, sólo me llamaron y me dijeron que estaban en laboratorio, algo de un accidente con no se qué líquido y que lo llevaron de inmediato al hospital.

𝓜𝓪𝓯𝓲𝓪 (+18)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt