Los Lebarde, una de las familias más importantes e influyentes de Europa encargadas de la mafia están en apuros económicos.
Se han visto obligados a pactar con los enemigos, la familia Holland para no caer en una crisis que acabaría con toda su fort...
❝ Hey now, around everybody see what's going down. You're an artist and I love you. ❞ ﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏
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Thomas Holland
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Por la mañana siguiente me desperté desde temprano para que me diera tiempo de entrenar al menos una hora antes de comenzar con el trabajo de ese día. Acabando mi rutina de ejercicio regresé a la habitación para ir por ropa limpia; al abrir la puerta miré a _____ aún descansando en la cama, me acerqué a ella para darle un beso en la mejilla, sin embargo me detuve cuando miré que se encontraba descubierta, iba a arroparla cuando miré las sábanas manchadas de sangre. Desistí de molestarla, tan sólo la cubrí, tomé un pijama nuevo para ella dejándolo sobre la cómoda y tomé mi ropa para entrar a darme una ducha. Pasados algunos minutos salí de la ducha y me vestí dentro del mismo baño.
Aproveché para llenar la bañera con agua suficiente caliente para cuando mi esposa despertara y la alcanzara a una temperatura adecuada, le puse una bomba de baño en la orilla de la bañera para que ella se la pusiera cuando fuera a ducharse.
Escuché mi celular sonar en la habitación, luego de echarme loción salí para apresurarme a contestar pero cuando abrí la puerta mi esposa ya había contestado.
— ¿Sí? —Contestó adormilada y con los ojos cerrados sin levantarse de la cama—. Hola, papá; no, Tom está bañándose —pero al escuchar que cerré la puerta levantó un poco su cabeza para verme—. Ya salió, te lo paso.
Mi esposa me entregó el celular para que yo me encargara de la llamada, yo lo agarré y lo llevé a mi oído sentándome por un instante en la orilla de la cama.
— ¿Hola? —Contesté la llamada.
—Hola, Tom. ¿Estás ocupado? —Preguntó Lukas.
—Por ahora no, tengo tiempo. Dime qué sucede. —Miré a mi esposa por un instante.
Ella no tardó mucho en incorporarse a la cama, la vi levantar las sábanas y de inmediato volver a cubrirse con un carmín sobre sus mejillas; se levantó de la cama apenas tuvo oportunidad, le entregué el pijama que había dejado sobre la cómoda y ella lo tomó para prácticamente correr al baño y encerrarse ahí.
—Bueno, lo que quiero hablar es algo rápido, no me tomará mucho tiempo —mencionó mi suegro—. Era para preguntar si has tenido actividad inusual en la operación de la venta de mercancía.
