𝓤𝓷𝓪 𝓶𝓪𝓵𝓪 𝓭𝓮𝓬𝓲𝓼𝓲𝓸́𝓷

2.5K 218 389
                                    

〘 Thomas Holland 〙

Esa noche regresamos a casa. El camino fue incómodo y aburrido por no hablar durante el camino, yo aún trataba de procesar el hecho que ella me preguntara por lo que éramos. ¿Qué demonios se supone que debía decirle? Ni siquiera la podía ver a los ojos sin sentir que me faltaba el aire, mucho menos podría decirle que la quería, que sí sentía cosas por ella.

Al estacionarme, ella bajó sin dirigirme siquiera una mirada. La miré entrar a la casa aún estando sentado en el coche y al verla desaparecer en la puerta, froté mi cara entre mis manos con cierta exasperación.

Salí del coche después de unos minutos, me dirigí al interior de casa, caminé hacia la habitación y entré. Ella estaba ya recostada en pijama mientras yo permanecí parado en el umbral de la puerta.

"No, no quiero romperte el corazón, jamás estaría en mis planes algo parecido. Siento que estoy enamorado de ti, y lo lamento. Lamento no tener esa facilidad para decirlo tan libre, tan fácil, tan seguro."

Pero no salió nada, ni una palabra por más que lo intenté. Fui a la cama, me quité la ropa para ponerme mi pijama y al tenerla, me senté a la orilla de la cama.

—Lo lamento —murmuré.

— ¿Hmm? —preguntó con un tono flojo.

—Dije que lo lamento —le repetí—, por hacerte creer que quiero romperte el corazón. Es sólo que quería darte un recuerdo bueno, ¿bien? Hablas tanto de querer un momento mágico lleno de esas cursilerías románticas que no entiendo la mayor parte del tiempo y sólo quería que se sintiera como un sueño realizado, Lebarde. No era mi intención hacerte sentir que saldrás lastimada.

Ella volteó a verme entonces, se incorporó en la cama apenas terminé de hablar y pude sentir una de sus manos sobre mi hombro.

—Tom... —antes de poder decir otra palabra, mi celular sonó.

Me pareció extraño, eran casi las once de la noche, ¿quién pensaba en llamara esa hora? Miré en el registro el nombre de mi padre y eso me alertó un poco así que tuve que contestar.

— ¿Qué pasa? —pregunté apenas acepté la llamada.

—Te necesito aquí mañana a primer hora —lo escuché—, tenemos asuntos importantes de los cuales hablar. Surgió algo.

— ¿Surgió algo? —pregunté confundido. Me levanté de la cama para salir a responder la llamada afuera de la habitación—, ¿a qué te refieres con "surgió algo"?

—No voy a hablar de los asuntos por teléfono, los quiero mañana a primera hora aquí.

—No creo que lleguemos tan temprano, padre...

—Pues salgan ahora mismo. Te quiero aquí temprano, Stanley. Es urgente.

Y ni siquiera me dejó comentar algo más. Mascullé antes de volver a entrar de mala gana a la habitación.

— ¿Y qué sucede? —me preguntó _____ apenas entré a la habitación.

—Papá nos quiere en Londres mañana por la mañana —le conté—. Deberías empacar desde ahora.

— ¿Nos vamos tan pronto? —y ella tampoco parecía entender.

—Sí, así parece —y entonces llamé al aeropuerto para que agendaran el vuelo cuanto antes.

— ¿Tan grave es? —ella salió de la cama antes de ir por su maleta para empacar sus cosas.

—No me quiso decir nada, supongo que fue algo imprevisto. Espero que Hazz no haya hecho ninguna estupidez —y apenas enlazó la llamada, hice las reservaciones para el vuelo.

𝓜𝓪𝓯𝓲𝓪 (+18)Where stories live. Discover now