𝓔𝓷 𝓫𝓾𝓼𝓬𝓪 𝓭𝓮 𝓻𝓮𝓼𝓹𝓾𝓮𝓼𝓽𝓪𝓼

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Thomas Holland

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Desperté a la mañana siguiente. Todo en esa casa era un silencio abrumador como siempre pero esta vez el ambiente parecía hostil, tal vez por la conversación que había escuchado la noche anterior afuera de la habitación de mis padres. Me levanté de la cama y me di una ducha lo más rápido que pude. Al vestirme salí de la habitación en dirección al comedor en la planta baja.

Mis padres eran los únicos que estaban desayunando, probablemente Paddy habría ido ya a la universidad y Sam seguía dormido. Mamá fue la que volteó a verme, a diferencia de otras veces su rostro denotaba seriedad y pese a eso intentó dedicarme una sonrisa que terminó siendo forzada.

—Hola, cariño. Buenos días. —Me saludó, tenía una voz ronca como generalmente le pasaba días previos a resfriarse.

—Hola —saludé sentándome con ellos, mi padre ni siquiera volteó a verme, siguió atento leyendo las noticias en el diario—. ¿Qué hay para desayunar?

—Ekatherina preparó omelettes, pero si quieres puedo pedirle que te prepare algo más.

—No, no. Los omelettes están bien.

Mamá se levantó de su asiento y fue hacia la cocina. Nuevamente miré a mi padre y él parecía ausente pero no fue por mucho, apenas cambió de hoja, habló.

— ¿A qué hora tienes tu vuelo de regreso? —Preguntó nuevamente sin verme a la cara.

—Lo cancelé. —Mencioné.

Fue suficiente para que su rostro se elevara y me observara.

— ¿Lo cancelaste? ¿Por qué?

—Bueno, no tengo prisa por regresar. Puedo quedarme un poco más.

— ¿Y a qué se debe esa decisión?

—Pienso en que podrías necesitar un poco de ayuda con los negocios que he dejado aquí en Londres con Gene y los otros socios.

—Todo está en orden, Stanley. —Respondió con cierta brusquedad y nuevamente quiso prestar atención a lo que leía.

Quise responder algo más pero mamá regresó al comedor y tomó asiento nuevamente para seguir desayunando.

—No tardará en venir con el desayuno, Tommy.

—Está bien. —Afirmé depositando un poco de mi peso sobre el respaldo de la silla unos segundos.

𝓜𝓪𝓯𝓲𝓪 (+18)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant