𝓝𝓮𝓰𝓸𝓬𝓲𝓸𝓼

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〘 _____ Lebarde 〙

La semana en Piamonte se fue más rápido de lo que yo hubiera deseado. Tal y como Thomas había advertido antes del viaje, la mayor parte del tiempo la pasamos en la habitación, aunque no fue el único lugar en el que estuvimos dándonos como cajón que no cierra y teniendo clases con mi marido de cómo hacerlo...

Esa mañana estábamos preparándonos para ir al aeropuerto. Yo estaba cepillando mi cabello cuando Tom entró a la habitación, estaba hablando por teléfono, así que apenas y volteó a verme.

—Sí, estaremos allá en unas horas —comentó—, pasaremos a su casa un momento, mamá, no te preocupes. ¿A qué hora le quitan la venda a Paddy? —y hubo un silencio en lo que su madre le respondía.

Yo solamente observaba a través del espejo cómo es que Tom estaba prestando tanta atención a su madre en la llamada mientras yo seguía batallando con el trenzado de mi cabello.

Por fin lo miré colgar la llamada y volteó a verme.

— ¿Y qué pasó? —le pregunté en lo que trataba trenzar la última parte de mi cabello.

—En unas horas le quitarán la venda a Paddy —comentó—, era mi madre. Estaba preguntando si iríamos hoy a casa cuando regresáramos.

— ¿Por fin le quitarán la venda? —pregunté sorprendida—. Esa es una excelente noticia.

—Sí, aunque ya lo habían hecho hace unas semanas, Paddy ya parecía haber mejorado y esto era solamente para asegurarse que no obtuviera una infección. ¿Necesitas ayuda?

—Deberíamos llevarle algo a Paddy —ofrecí y cuando lo escuché, asentí.

Me levanté del banco frente al tocador y lo llevé hasta donde estaba Tom para sentarme frente a él.

— ¿Quieres llevarle algo a Paddy? —preguntó en lo que me trenzó el resto del cabello con total calma.

—Sí, alguna pintura o tal vez materiales para pintar, eso le alegraría.

—Le compraremos algo de regreso, muñeca —aseguró—. No te preocupes por eso. Por cierto, la siguiente semana uno de mis clientes festejará su aniversario con su esposa y me invitó, así que iremos ambos, ¿vale?

— ¿Un aniversario de bodas? Claro, no tengo problema alguno —aseguré cuando él terminó el trenzado y yo sólo debí atar mi cabello—. Gracias.

Su respuesta fue besar mi cabeza antes de acariciar mi espalda baja y levantarse de la orilla de la cama.

—Debemos salir en veinte minutos, ¿de acuerdo?

—Lo tengo presente, mi amor.

Y al llamarlo así, sólo me miró y esbozó una sutil sonrisa antes de salir de la habitación. Yo terminé de empacar lo que faltaba y me cercioré que nada me faltara por meter a las maletas.

Cuando terminé las maletas, las agarré para salir de la habitación, abrí la puerta y caminé por el pasillo hacia las escaleras, y una vez más, Tommy estaba en llamada.

—Ah, ¿también te enteraste de los Flecker? —hablaba—. Hazz, ya cálmate, ¿bien? Deja de preocuparte por esa clase de cosas, dedícate a estar con Candace durante el embarazo y no pienses en eso, te prometo que no es relevante.

Sonaba a que las cosas no iban bien con todos nosotros preocupados y Tom tan ambivalente ante la situación. Bajé las escaleras, él me escuchó pero no se inmutó, es más, me vio de reojo y continuó su llamada.

Por fin lo miré colgar de nuevo, dio un suspiro de pesar y ambos nos miramos un momento.

— ¿Un embarazo? —pregunté cuando él se acercó para ayudarme con las maletas.

𝓜𝓪𝓯𝓲𝓪 (+18)Where stories live. Discover now