Los Lebarde, una de las familias más importantes e influyentes de Europa encargadas de la mafia están en apuros económicos.
Se han visto obligados a pactar con los enemigos, la familia Holland para no caer en una crisis que acabaría con toda su fort...
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┌→❝ 𝑻𝒂𝒌𝒆 𝒂 𝒍𝒊𝒕𝒕𝒍𝒆 𝒘𝒂𝒍𝒌 𝒕𝒐 𝒕𝒉𝒆 𝒆𝒅𝒈𝒆 𝒐𝒇 𝒕𝒐𝒘𝒏 ❞」
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_____ Lebarde
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Por la mañana siguiente desperté a las diez. En la cama ya no estaba Tom y de no ser por los llantos de Tessa pidiendo comer no me habría levantado de la cama. Me encargué de alimentar a Tessa y cambiarle los periódicos antes de volver a dejarla en su cajita. Fui a tomar una ducha, preparé mi bañera con las sales de baño para meterme luego de bañarme y no salí de ahí en un buen rato, incluso perdí la noción del tiempo estando en la bañera. Por mi mente sólo pasaba el hecho que en unas horas más debería ir a verme con Luther y era algo que no deseaba hacer pero ya no tenía otra alternativa.
Cuando por fin salí de la bañera fue cuando el agua se enfrió. Me puse mi bata de baño y salí. April ya estaba terminando de ordenar la habitación cuando me miró salir del baño individual.
—Buenos días, señora. —Me saludó con una sonrisa suave en el rostro.
—Buenos días, April —saludé igual—. No me digas señora, me haces sentir una mujer de treinta años —pedí en forma de petición—. ¿Has visto a Tommy?
—El joven Thomas está con el joven Harrison en el comedor, están desayunando porque al parecer van a salir.
— ¿A salir? ¿Y no saben a dónde?
April pareció pensarlo pero negó al no tener respuesta.
—No, pero supongo que al muelle o a la hacienda. Escuché algo de unos envíos.
Asentí con mi cabeza al escuchar a April.
—Está bien, gracias.
Esperaba a que saliera para buscar mi ropa y vestirme pero ella no lo hizo, al contrario, pareció que quería hablar un poco más.
— ¿Señorita?
— ¿Qué sucede?
—Bueno, es que quería pedirle un pequeño favor.
— ¿Un pequeño favor? ¿De qué se trata?
—Verá, el viernes Oliver cumple años pero yo trabajo ese día y él descansa. ¿Cree que pueda cambiar mi día de descanso de domingo a viernes? Sólo por esta semana, lo prometo.
—Claro, no te preocupes —accedí con una suave sonrisa en el rostro—, no tengo ningún problema con eso.
— ¿En serio? Bueno, es que el joven Thomas es muy estricto con los días de descanso y...
