Los Lebarde, una de las familias más importantes e influyentes de Europa encargadas de la mafia están en apuros económicos.
Se han visto obligados a pactar con los enemigos, la familia Holland para no caer en una crisis que acabaría con toda su fort...
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Thomas Holland
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Durante el resto del día no la había visto salir de la habitación. Tampoco tenía ganas de entrar y hablar con ella acerca de lo sucedido tan pronto porque era seguro que en vez de arreglar lo que sucedía solamente iniciaría una discusión peor entre nosotros.
Cuando fue hora de la cena yo estaba en la sala con Paddy mirando el televisor.
— ¿_____ no bajará a cenar? —Cuestionó mamá.
—No sé si esté en sus planes bajar ahora —respondí sin despegar mi mirada de la pantalla—. Seguramente no.
—No es bueno que se salte comidas, Stanley —me reprendió—. Por el amor de Dios, está formando un bebé ahora mismo, necesita alimentarse correctamente. Ve a llamarla.
—Créeme, mamá, soy la última persona que quiere ver ahora mismo.
Mi madre apagó el televisor, poco importó la queja hecha por Paddy y por mí por su acción.
—Paddy, ve a llamar a _____, ¿sí? Dile que la cena estará servida en unos minutos.
—Está bien, ya voy. —Paddy se levantó del sofá y salió de la sala dejándome a solas con mamá.
—Deberías saber que las peleas durante el embarazo son muy contraproducentes, Thomas.
—Mamá, en serio no quiero hablar del tema ahora.
—Yo sé que a veces puede ser irritante para ustedes entendernos, pero las hormonas en la gestación están como locas. Deberías ser más amable con ella. A veces se va a encontrar bien, otras va a estar llorando y otras más deseará que desaparezcas de la faz de la tierra. Estar formando una vida no es exactamente encontrarse en un lecho de rosas, hijo.
— ¿Más amable con ella? Tampoco tengo paciencia de santo, ¿sabes? —reclamé esta vez—. Oye, trato de entenderla la mayor parte del tiempo y estar para ella en lo que necesita, pero en días como estos sé que es mejor darle su espacio y hablar con ella cuando se le pase. Conozco a mi chica.
—Está pasando por mucho, Stanley.
— ¿Y yo no?
—Tom, su padre tiene cáncer, su madre está desaparecida, tuvo un atentado en su casa que era para ella el lugar más seguro que había, su marido la dejará sola porque su trabajo lo consume todo el tiempo y está esperando un bebé. ¿No crees que es mucho estrés para ella?
