𝓣𝓸𝓭𝓸 𝓸 𝓷𝓪𝓭𝓪

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〘 Thomas Holland〙

Esa mañana desperté por el despertador que sonó. Lo busqué con la mano para apagarlo sin querer levantarme de la cama. Abrí los ojos observando un punto específico en la habitación, aún buscando algún motivo para levantarme de la cama.

Desde hace tres días que Alice había visitado a mi madre y le contó que se casaría ese viernes ______ sentí derrumbarme por completo a pesar que era algo que ya sabía que sucedería.

Tocaron a mi puerta, ni siquiera hice el esfuerzo por contestar. Leandro pareció no entender que estaba indispuesto a recibir visitas. Lo miré abrir la puerta y se mantuvo detrás del umbral observándome con suma atención, supongo que esperaba que volteara a verlo.

—Joven Thomas —por fin se atrevió a hablar—. Tiene visitas.

—No quiero ver a nadie, creí que había quedado claro —respondí sin hacer el menor esfuerzo por levantarme.

—Sí, al menos deberías contestar los mensajes —escuché la voz de Zendaya que entró a la habitación entonces.

— ¿Y tú qué haces aquí? —le pregunté mirándola un momento, estaba cruzada de brazos, vestida muy formal como para venir de visita.

—Prometiste que iríamos juntos hoy a una reunión que tenía, Tom —Leandro cerró la puerta.

Valiente cobarde.

Me incorporé en la cama un momento ya resignado a que no me dejaría en paz si no le decía que no iría con ella.

—Lo olvidé, lo lamento.

— ¿Sólo eso?

— ¿Qué más puedo decirte, Zen? —miré la hora, eran casi las once de la mañana—. Ya terminó tu reunión, ¿no?

—Thomas, necesito que me digas qué sucede —Zendaya se sentó en la orilla de mi cama observándome y tocando mi mano—. Desde que ella se fue estás así, ni siquiera me prestar atención, soy un cero a la izquierda todo el tiempo para ti, no haces siquiera el intento por vernos si no es porque yo te llamo.

—Estoy muy ocupado todo el tiempo Maree.

—No, si la que te pidiera que estuvieras en algún lugar fuera ella lo harías —y no lo negué, no tenía cara para mentirle—. Desde ese divorcio no eres el Thomas con el que yo salí, el hombre detallista que me acompañaba a cualquier lado, estar contigo y estar sola es lo mismo.

Esta vez me pasé las manos por el rostro antes de mirarla de nuevo. No tenía palabras para decirle, pero debía actuar pronto.

—Lo lamento —contesté—. Es verdad, no fue nada lo mismo después de eso, y cero que te debo una disculpa, porque estás perdiendo el tiempo con un hombre que está enamorado de otra persona, Zen. No lo mereces, eres una mujer maravillosa la cual ni siquiera debería estar rogando por las pizcas de un amor que suelo darle.

—Me estás terminando en pijama —esbozó una sonrisa entristecida, al menos ese comentario era para que no todo sonara tan cruel—. Supongo que yo también te debo una disculpa. Esperaba tanto a que me eligieras que olvidé el hecho de primero esperar a que volvieras a adaptarte y amarme como antes. Te exigí mucho yo también, Tom.

—No mereces esto, yo no te merezco a ti. Mírate, eres una mujer radiante, independiente, no mereces que alguien te opaque con el poco amor que te da. Mereces que te amen con la misma intensidad que sueles amar. Te agradezco la paciencia, pero...

𝓜𝓪𝓯𝓲𝓪 (+18)Where stories live. Discover now